¿Qué sabes sobre el consumo de sustancias?

FORMAS DE CONSUMO

Consumo experimental

Son situaciones de contacto inicial con una o varias sustancias, sin que esto suponga una continuidad en el consumo.

Suelen ser situaciones en las que la persona desconoce los efectos de la sustancia y su consumo se realiza, generalmente, en el marco de un grupo de iguales que le invita a probarla. La adolescencia es una etapa en la surgen con mayor frecuencia este tipo de consumos, si bien un alto porcentaje de jóvenes no reincide en el mismo.

Consumo ocasional

Uso intermitente de la sustancia, sin periodicidad fija y con largos intervalos de abstinencia (no consumo). La persona es capaz de llevar a cabo las mismas actividades con o sin consumo, aunque conozca sus efectos y los valore como positivos. Este tipo de consumos suelen realizarse en grupo y en determinadas ocasiones.

Consumo habitual

Supone un incremento tanto en la frecuencia como en el tipo de situaciones, en la que la persona recurre a su consumo. Suele realizarse tanto en grupo como de manera individual; sus efectos son perfectamente conocidos y buscados. Percibe ya los efectos negativos pero valora más los positivos.

Consumo compulsivo

El individuo necesita la sustancia, y a pesar de los problemas que el consumo pueda ocasionarle es difícil que cambie su conducta sin una intervención externa.

USO-ABUSO-DEPENDENCIA-TOLERANCIA-SÍNDROME DE ABSTINENCIA

USO

Es aquella relación con las drogas en la que debido a su escasa cantidad, la baja frecuencia y por la propia situación física, psíquica y social del sujeto, no se perciben consecuencias negativas sobre el consumidor, ni sobre su entorno.

ABUSO

Es aquella relación con la sustancia con consecuencias negativas para el consumidor y para su entorno, bien por la cantidad consumida, por las circunstancias en las que se produce el consumo o por las características de la persona. Conlleva un deterioro expresado por las siguientes características: * Incumplimiento de obligaciones en el trabajo, estudios o casa. * Poner en riesgo la integridad física de si mismo o los demás. * Problemas legales repetidos relacionados con la sustancia. * Continuar con el consumo a pesar de tener problemas con otras personas, causados o exacerbados por los efectos de la sustancia. Podemos afirmar que la frontera entre uso y abuso es difícil de establecer. Es muy frecuente que las personas que hacen uso de una sustancia no sean conscientes del momento en que empiezan a abusar de ella. En conveniente acudir a un profesional para que pueda hacer una valoración adecuada.

DEPENDENCIA

Es aquella relación con la sustancia con consecuencias negativas para el consumidor y para su entorno, bien por la cantidad consumida, por las circunstancias en las que se produce el consumo o por las características de la persona. Conlleva un deterioro expresado por las siguientes características: * Incumplimiento de obligaciones en el trabajo, estudios o casa. * Poner en riesgo la integridad física de si mismo o los demás. * Problemas legales repetidos relacionados con la sustancia. * Continuar con el consumo a pesar de tener problemas con otras personas, causados o exacerbados por los efectos de la sustancia. Podemos afirmar que la frontera entre uso y abuso es difícil de establecer. Es muy frecuente que las personas que hacen uso de una sustancia no sean conscientes del momento en que empiezan a abusar de ella. En conveniente acudir a un profesional para que pueda hacer una valoración adecuada.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA

Efectos físicos y psíquicos derivados de la interrupción del consumo de la sustancia de la que se depende. Se corresponde con la expresión “tener el mono”. Cada sustancia produce un conjunto de signos y síntomas diferente.

TOLERANCIA

Cuando se consumen algunas sustancias el organismo se adapta progresivamente a ellas de forma que, para sentir los mismos efectos, es necesario aumentar la cantidad de sustancia que se consume. Por ejemplo, un fumador de tabaco no puede fumar el primer día que enciende un cigarrillo en su vida, un paquete entero.

¿CON QUÉ EDAD SE PUEDE CONSUMIR?

Aunque existe una limitación legal para no poder consumir alcohol y tabaco hasta la mayoría de edad. La realidad nos dice, que los jóvenes inician sus consumos en torno a los 14 años.

Este consumo a edades tempranas, supone un deterioro en el desarrollo del sistema nervioso, ya que recientes estudios neurobiológicos nos dicen que la neuroplasticidad del cerebro es muy importante hasta los 21 años, y que las áreas más importantes de la corteza cerebral se ven afectadas por consumos realizados antes de esa edad.

Aunque es complicado mantener esta pauta ya que vivimos en una sociedad que valora mucho la libertad para consumir, y en la que no está de moda poner límites al consumo, como padres podemos ejercer este cuidado hacia la salud de nuestros hijos protegiéndoles de los riesgos de tomar tóxicos antes de alcanzar la madurez.