¿La cachimba es mala? ¿Es una moda inocua?
A nuestro Servicio de Orientación Familiar en ocasiones nos llegan consultas sobre si debemos normalizar o, incluso permitir, el uso de las cachimbas o Sishas entre nuestros/as adolescentes y jóvenes.
En determinados ámbitos, la práctica social de fumar sishas se ha puesto de moda, y es que su accesibilidad, la posibilidad de compartirla con otros ‘colegas’, su sabor afrutado y más agradable que el tabaco o la falta de mensajes de advertencia sobre sus riesgos, pueden ser los factores que podrían explicarlo.
No es nada extraño encontrar en los escaparates de muchos estancos y otras tiendas espacios donde las venden, así como sitios para fumarlas.
¿Qué es una cachimba?
Entonces, ¿Qué es exactamente una cachimba? Una Cachimba es una pipa de agua que permite fumar tabaco aromático a través de un filtro de agua y una o varias boquillas, lo cual lo convierte en una especie de acto social.
¿Qué ingredientes lleva la cachimba?
El humo, que puede tener diferentes sabores, está formado por tres ingredientes: tabaco caliente, melaza y fruta. Hay sabores diferentes como fresa, mora, piña, menta y muchos más.
Jóvenes y cachimba: ¿cómo son los consumidores habituales?
Muchos chicos y chicas han fumado cachimba en algún momento y algunos o algunas lo hacen regularmente. Los usuarios son bastante jóvenes, entre 15 y 25 años, siendo la edad promedio de los consumidores de cachimbas de 22 años.
La gran mayoría piensa que no implica ningún riesgo para su salud en comparación con el consumo de cigarrillos. Y muchas personas adultas tienen la misma idea preconcebida.
El consumo de Cannabis con la Cachimba
Algunos padres se preguntan si puede que su hijo esté consumiendo cannabis con la cachimba. La respuesta en muchos casos es sí.
Algunos/as adolescentes y jóvenes mezclan el tabaco con los derivados del cannabis (marihuana y/o hachís) e incluso sustituyen el agua por bebidas alcohólicas, lo cual hace que esta práctica sea todavía más dañina.
Fumar cachimba es malo: ideas falsas sobre shishas y la salud
Existen una serie de MITOS extendidos y normalizados sobre las Cachimbas que conviene desmontar.
Mitos sobre las cachimbas
Fumar en Sisha es más sano que fumar tabaco. Los compuestos cancerígenos siguen estando ahí, y, lo que es peor, están en mayor dosis si lo relacionamos con el tiempo de exposición. Un cigarrillo se fuma en cinco minutos, pero una Shisha no. Por tanto, los efectos de fumar cachimba son igual de nocivos o más que el tabaco.
Fumar Shisha es como vapear y más sano porque solo se inhala vapor de agua. El humo de la cachimba siempre es dañino a pesar de pasar a través del agua. Fumar en pipa de agua no tiene nada que ver con vapear, y lo que se inhala es humo de la combustión del tabaco y no vapor de agua.
Fumar en Shisha no produce adicción porque casi no tiene nicotina. Las Sishas contienen nicotina y esta es una sustancia adictiva. Da igual que cambie la forma de consumo, la sustancia sigue estando ahi y su poder adictivo también.
¿Qué es peor la cachimba o el tabaco?
Fumar cachimba no es más sano que fumar tabaco. Debemos hacer llegar el mensaje de que es una actividad que no debe asociarse nunca a llevar una vida sana, por muy de moda que esté.
Como ocurre con cualquier tipo de sustancia como padres y madres, un gran aliado es una buena información, y acercarnos a nuestros hijos/as para propiciar un diálogo que les ayude a reflexionar y desarrollar un pensamiento crítico sobre prácticas que se normalizan en nuestra sociedad.
Te ayudamos
Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas, del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
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Información de interés
Conoce nuestros centros
Los CAD (Centros de Atención a las Adicciones del Ayuntamiento de Madrid) son centros públicos que proporciona atención personalizada y gratuita a las personas con una adicción y también a sus familias.
Atienden tanto a adolescentes y jóvenes como a personas adultas con adicciones por alcohol y/u otras sustancias, por juego de azar y por uso inadecuado de pantallas (redes sociales, videojuegos e internet).
Cuentan con un equipo multidisciplinar formado por:
- profesionales de la medicina
- trabajo social
- terapia ocupacional
- enfermería
- psicología
- servicios de prevención de adicciones (educación social y orientación familiar)
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