El término ‘Chemsex’ es la conjunción de las palabras inglesas ‘chemical’ y ‘sex’, y hace referencia al uso intencionado de drogas psicoactivas para mantener relaciones sexuales, generalmente entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), en sesiones de varias horas o días y con múltiples parejas. Cuándo las drogas son administradas de forma intravenosa se conoce como ‘slamming’ o ‘slamsex’.
El chemsex es una práctica que debemos abordar no sólo desde la prevención de enfermedades infecto-contagiosas sino en relación a las consecuencias que puede ocasionar en la salud psicológica y social de personas del colectivo LGTBI.
Un fenómeno consecuencia de 3 factores:
- Tres sustancias de consumo principales (mefedrona, tina y GHB):
- Son más baratas que el MDMA, la cocaína y las anfetaminas.
- Se toma de forma compulsiva, con un promedio de 6 dosis durante un periodo de nueve horas (de 30 minutos a 2 horas entre dosis), y cada dosis puede variar enormemente (desde 25 mg a 9 g).
- Informan de euforia intensa, aumento de la concentración, locuacidad, empatía así como un deseo sexual incrementado.
- Describen fuertes deseos de repetir o aumentar las dosis después de tomar mefedrona.
- El principal motivo de uso es porque estimula los sentidos, intensifica el placer y permite largas sesiones.
- Disminuye el juicio reduciendo la probabilidad del uso del preservativo centrándose en el “aquí y ahora”.
- Pérdida de control e incluso del deseo o voluntad de tener sexo.
- Práctica del Slam o Slaming que es el consumo de drogas por vía intravenosa y sexo.
- Uso de aplicaciones geosociales de contactos (APP):
- La consecuencia más directa es el aumento del número de parejas sexuales por la rapidez y efectividad.
- El uso actual de las APP (aplicaciones geosociales), ya que el conocimiento de la cercanía física de las potenciales parejas sexuales favorece con menos esfuerzo el éxito del encuentro.
- Mayor visibilización de ciertas prácticas sexuales (fisting, bareback….) o fetichismos, accediendo rápidamente a hombres con los mismos intereses.
- Prácticas sexuales de riesgo: ‘globalización’ de ciertas prácticas:
- A través de las tecnologías se hacen más visibles ciertas prácticas en las que se relaciona el juego sexual con ciertos fluidos corporales.
- En estos encuentros se da una altísima probabilidad de mantener relaciones sexuales no protegidas y de consumir sustancias para realizar ciertas prácticas sexuales.
Graves consecuencias:
- Vida sexual
- Pérdida de interés por prácticas sexuales en las que no se utilizan drogas.
- Riesgo de adquisición de infecciones de transmisión sexual u otras enfermedades infecciosas.
- Abusos sexuales y violaciones.
- Drogas
- Consumo diario.
- Sobredosis y muerte.
- Efectos secundarios graves a nivel neurocognitivo.
- Desarrollo de trastornos adictivos.
- Vida social
- Problemas económicos.
- Pérdida de empleo.
- Rendimiento académico reducido.
- Abandono de otras formas de ocio.
- Problemas legales.
- Estigmatización.
Es evidente, a la vista de lo expuesto, la necesidad de implantar un tratamiento específico desde una perspectiva amplia, global e integradora que tenga en cuenta la multicausalidad y complejidad del chemsex, y cuyo objetivo último sea el logro del mayor grado posible de salud, bienestar e integración social de las personas y los grupos sociales afectados para ello.
Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas, del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
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José Luis Martín Herrero
Enfermero CAD Arganzuela