En este post vamos a favorecer un espacio de reflexión y concienciación del uso de las Nuevas Tecnologías en la etapa infantil dentro del núcleo familiar. De la misma manera, aportaremos una serie de recomendaciones generales a tener en cuenta en la práctica diaria.

Las nuevas generaciones, llamadas ‘nativas digitales‘ vienen con el smartphone de moda debajo del brazo. En el Servicio de Prevención y Atención de Adicciones de Madrid Salud, Servicio PAD, defendemos y defenderemos que el hecho de tener una destreza a la hora de usar las Nuevas Tecnologías, no significa que sepamos cómo usarlas. Un ejemplo: cuando enseñamos a nuestro hijo/a a montar en bici, le enseñamos a ejecutar una serie de acciones encadenadas: te sientas, pones el pie en un pedal, luego en el otro, luego sin ruedines,… al final nuestro hijo/a consigue aprender a montar en bici, puede ser que lo domine perfectamente y no se caiga y recorra metros disfrutando de esta actividad. Pero además, nuestra enseñanza debe de contener aspectos como: ponerte el casco, no bajar sólo por la cuesta porque te puedes caer, en un semáforo parar para cruzar, utilizar la bici en espacios abiertos para no arrollar a los transeúntes… Esto es lo que diferencia la destreza del criterio de uso, en otras palabras, de saber usar. Por tanto, no tenemos que olvidar enseñarles también cúando, cómo y dónde se monta en bici. Y si esto mismo se traslada a las Nuevas Tecnologías, hay que enseñar cúando, cómo, y para qué deben utilizar el móvil, la tablet o el ordenador.

Para todo ello, es importante el concepto que nosotros, como familia, tengamos respecto al uso los dispositivos y hacerlo consciente.

El uso de las Nuevas Tecnologías puede oscilar entre una negativa rotunda, excluyéndolo de la vida de nuestro hijo/a, hasta una integración total, donde se genera una dependencia para crear rutinas: de sueño, alimentación, ocio… ¿Cúal es la medida justa?. Es necesario tener en cuenta que las Nuevas Tecnologías no deben sustituir: una experiencia relacional, los momentos de ocio con la familia, la exploración propia de sus intereses en los múltiples contextos que rodean a nuestros hijos/as. Sí, es cierto, no deben sustituir sino COMPLEMENTAR.

Imaginemos a un niño de 2 o 3 años en un momento de ocio. Le visualizamos jugando con la pelota, sacando y metiendo piezas en un cubo, utilizando la pala en el arenero del parque, estando presentes o no otros niños/as de su edad. En esta escena el infante desarrolla el lenguaje porque aprende palabras y sonidos nuevos, duerme mejor porque hace ejercicio, experimenta cómo es la interacción social o a sentir la presencia del otro, recibe sensaciones del mundo real que les rodea favoreciendo la discriminación táctil, etc. Ahora bien, imaginemos al mismo niño de 2 o 3 años en un momento de ocio. Le visualizamos jugando con la tablet cada vez que se aburre o cada vez que lo solicita, pide ver la tablet o el móvil para dormir, está sentado más tiempo o en el carro con el móvil por lo que no explorará el exterior ni quiere estar presente con otros niño/as porque lo que quiere es jugar y jugar sólo/a.

Tenemos que tener claro que las Nuevas Tecnologías, sin un equilibrio adecuado afectan negativamente al desarrollo psicomotor, social y emocional del niño/a.

Entre una situación u otra, es la familia la que debe ejercer un papel activo, siendo la balanza que da el equilibrio, responsabilizándose a enseñar el buen uso de las Nuevas Tecnologías y a que éstas sumen y no resten.

La tarea como padres/madres se vuelve confusa en este aspecto y buscamos referentes que nos ayuden a validar o no, nuestras acciones y pensamientos. Preguntas como, ¿mi hijo con 4 años puede usar el móvil todos los días?, ¿cuántas horas puede estar jugando?, ¿es lo mismo el móvil que la tablet? Son preguntas comunes que vienen a nuestra mente.

Un referente válido para las familias con hijos/as de 0 a 10 años, que necesitan una orientación básica en el uso de las Nuevas Tecnologías es la Academia Americana de Pediatría (en adelante AAP). La AAP es una organización profesional de pediatras, médicos especialistas y sub-especialistas quirúrgicos en pediatría, dedicados a la salud y el bienestar de los infantes, niños, adolescentes y adultos jóvenes.

En la revista Pediatrics del mes de Noviembre del 2016, la AAP ofrece una serie de recomendaciones generales respecto al uso en el hogar de las nuevas tecnologías en edades tempranas. La AAp puntualiza lo siguiente:

Antes de los 18 meses es conveniente evitar la exposición TOTAL a cualquier dispositivo, ya que es una etapa vital para su desarrollo cerebral y la exploración del entorno debe ser su principal actividad.

Entre los 18 y 24 meses, si la familia lo desea se pueden introducir determinados contenidos digitales de alta calidad, que no son aquellos que prefieren los menores sino aquellos seleccionados por los adultos, son programas con contenidos educativos y sin contenidos nocivos (lenguaje soez, violento, sexual…) y que promueven valores adecuados para la convivencia y el desarrollo. Al mismo tiempo este visionado tiene que ser siempre en compañía de los padres/madres para ayudarles a entender lo que están visualizando.

A partir de los 24 meses hasta los 5 años, además de lo anterior, se requiere establecer un límite en el tiempo de uso de los dispositivos a la semana, que no debería ser de uso diario.

A partir de los 6 años a los 12 años no deberían pasar más de 1 hora de exposición al día. Los límites deben de respetar la actividad física, el juego y el modo de comunicarse con los adultos.  Es probable que se inicien en los videojuegos, por lo que deberíamos controlar qué juegos son los que utiliza. Se aconseja evitar juegos que permitan la conexión on-line, a no ser que esté controlado directamente por los padres/madres o por un programa de control parental.

Igualmente, deben existir espacios libres de uso de dispositivos, es decir, un espacio donde NO se puede utilizar el móvil, tablet o pc, como por ejemplo: un rato antes de ir a dormir, a la hora de comer, cuando van al baño o cuando hacen sus actividades.

Estas recomendaciones de la AAP nos pueden ayudar a poner las primeras piezas de este puzzle de 1000 piezas que supone enseñar las nuevas tecnologías a nuestros hijos/as.

Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas,  del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480

Margarita Iniesta

Psicóloga y Orientadora familiar del Servicio PAD