La “educación positiva”, una forma de prevención dentro de la familia
La familia es el primer grupo con el que el menor se relaciona. Es el más básico y fundamental en su crecimiento y bienestar, una labor que no es precisamente fácil. Son muchos los momentos en no alcanzamos a entender qué les pasa o en los que nos sentimos desbordados por no saber cómo actuar, o atenazados por la duda de si estamos haciendo lo correcto.
Este desconocimiento, unido a los cambios que continuamente y a velocidad de vértigo experimenta la sociedad actual, aporta una mayor complejidad al desarrollo de la tarea parental. Así, los nuevos conflictos que surgen entre los menores, como el bullying, o los estilos de ocio inadecuados entre los adolescentes con el abuso de sustancias, o los avances en las nuevas tecnologías, con el uso incontrolado y habitual de aplicaciones como el WhatsApp o las redes sociales, hacen que la labor familiar se convierta en un jeroglífico de símbolos realmente difícil de interpretar.
¿Y qué es esto de la educación positiva?
La educación parentalidad positiva es una forma de crianza que asegura el desarrollo físico, emocional y social del niño/a. Ejercerla implica partir de los siguientes principios:
- Conocer las necesidades de los niños/as según su edad. Saber por qué actúan de una manera u otra en las diferentes etapas evolutivas nos ayudará a responder adecuadamente y con seguridad en la vida diaria.
- Proteger a los niño/as, haciéndoles sentir que sus familias les apoyan, les escuchan y orientan.
- Dialogar ante los posibles conflictos y problemas que surjan, dejando de lado los castigos excesivos, humillantes y físicos.
¿Yo puedo…?
Por supuesto que tú también puedes ejercer la educación positiva. Con esfuerzo y paciencia se adquieren las competencias y capacidades con las que protegeremos a nuestros hijos/as, al tiempo que les daremos las habilidades para protegerse.
Os recomendamos una entrevista a María José Rodrigo, catedrática de Psicología evolutiva y de la Educación en la Faculta de Psicología de la Universidad de Laguna (Islas Canarias), en la que nos explica qué se entiende por educación o parentalidad positiva, en qué entornos psicosociales se puede desarrollar, y sobre todo, por qué tiene un carácter preventivo:
Tenemos las herramientas para que nuestros hijos/as crezcan en un entorno familiar que les aporte seguridad, autonomía, cariño y una actitud crítica. ¿Tú no las utilizarías?
Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas, del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480
Margarita Iniesta
Psicóloga y Orientadora Familiar
Servicio de Prevención de Adicciones