¿Os habéis planteado alguna vez la estrecha relación entre tener una vida satisfactoria y llenar nuestro tiempo de actividades que nos motiven y nos hagan disfrutar? El  equilibrio personal depende en gran medida de ello. Por eso es necesario que nuestro/as hijo/as aprendan a gestionar su tiempo libre de forma satisfactoria y saludable, un aprendizaje en el que los progenitores jugamos un papel crucial. Hay que ayudarles a encontrar actividades en las que canalicen su necesidad de búsqueda de sensaciones y experiencias. El estrés y/o la falta de actividades satisfactorias es un factor de riesgo para el desarrollo de conductas adictivas, con las que tratan de suplir ese malestar. Ayudándoles a encontrar espacios de ocio saludables y satisfactorios les estamos enseñando a prevenir problemas importantes, no sólo las conductas adictivas que podrían invadir el tiempo de ocio de nuestro/as hijo/as sino la insatisfacción, la tristeza, el estrés o la desmotivación.

Reflexionemos acerca de cómo nosotros empleamos y disfrutamos de nuestro tiempo, teniendo en cuenta que somos un modelo para ello/as. A veces, las obligaciones dentro y fuera del hogar reducen nuestro ocio a unos minutos frente a la pantalla del móvil o el televisor, y al tiempo de descanso nocturno. Seamos conscientes de la importancia de favorecer espacios de tiempo que nos permitan disfrutar de un ocio satisfactorio y saludable. Los padres y madres que tienen aficiones interesantes, que son capaces de divertirse y disfrutar en su tiempo libre es mucho más probable que generen hábitos parecidos en los menores. Con el beneficio añadido de que desarrollar aficiones comunes en la familia favorece la comunicación y la cohesión.

Límite al ocio pasivo

Lamentablemente, no se suele conceder la suficiente importancia a cómo nuestros hijo/as aprenden en sus tiempos de ocio por la falsa creencia de que sólo aprenden a través de la enseñanza académica. En sus actividades de ocio, ya sean culturales, deportivas o sociales, aprenden habilidades fundamentales para su vida: habilidades emocionales como la escucha, la empatía, el manejo y control de las emociones. Aprenden a trabajar en equipo, a confiar en el otro, a asumir responsabilidades, a cooperar para lograr objetivos comunes, a tolerar frustraciones, a negociar, etcétera.

Todas estas habilidades, y otras muchas, se desarrollan en momentos de ocio, y son clave para su crecimiento personal. Por eso es primordial que cavilemos sobre qué tipo de ocio estamos fomentando en nuestro/as hijo/as. Es recomendable que no abusemos del ocio pasivo y/o solitario como televisión, videojuegos, centros comerciales, comida poco saludable. Aunque este tipo de actividades no tienen por qué ser negativas, no favorecen el desarrollo de la imaginación, de las habilidades sociales, los hábitos saludables… Desterremos la idea del ocio ligado al consumo y fomentemos el tiempo libre como un proceso creativo, en el que estén presentes la música, la lectura, el arte, el teatro, el ejercicio físico, los viajes, las excursiones, en el que se fomenten las relaciones personales, y donde puedan poner en juego sus habilidades sociales.

Es cierto, a medida que crecen, y sobre todo en la adolescencia, que el tiempo de ocio familiar se reduce y que en muchos casos prefieren realizar actividades con compañero/as y amigo/as. Es un periodo en el que la relación con sus iguales se va haciendo, como es lógico, más intensa y frecuente, pero esto no debe significar en ningún caso la pérdida de espacios donde compartir ocio con la familia. Para ello, es importante sintonizar con sus gustos y necesidades,  implicarles en la preparación y organización de las actividades y, sobre todo, tener una actitud positiva: centrarnos en disfrutar y pasarlo bien con ello/as.

9 claves que os ayudarán:

  • Interesaos en sus gustos y aficiones.
  • Promoved el desarrollo de aficiones saludables e interesantes.
  • Sugerid actividades de ocio acordes a su edad, a sus intereses y necesidades.
  • Favoreced, siempre que sea posible, los momentos de ocio familiar.
  • Escuchad y tened en cuenta sus propuestas de actividades.
  • Negociad actividades que sean del agrado de todo/as y acordes con su momento evolutivo.
  • Invitad a sus amigo/as a que realicen actividades con nosotros.
  • Proponed actividades agradables, creando un clima adecuado y con actitud positiva,  y ¡querrán repetir!
  • ¡¡¡Y sobre todo, disfrutad de cada momento juntos!!!!

 

Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas,  del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480

Rocío Gangoso

Psicóloga y Orientadora Familiar

Servicio de Prevención de Adicciones