Con la llegada del verano y el buen tiempo, época de vacaciones y viajes, aparece también la llegada de los conocidos ‘Festivales de Música‘ y es cuando se organizan gran parte de conciertos y espectáculos diversos que buscan atraer cuanto más publico mejor, que con frecuencia, está formado por adolescentes y jóvenes.
En muchas ocasiones, en nuestro Servicio de Orientación Familiar de Servicio PAD, así como en las sesiones con padres y madres que realizamos los/as profesionales del servicio de prevención, nos encontramos con la duda sobre si se debe permitir a nuestros hijos/as acudir a este tipo de eventos.
Encontramos entre ellos/as posturas muy diferentes sobre este tema. Unos consideran que es una oportunidad excelente para que sus hijos/as disfruten de un directo de su grupo o artista favorito, “muchos padres o madres lo plantean como un regalo extra y un premio por terminar bien el curso….”, mientras que otros pueden pensar que es una auténtica locura, que no es un sitio al que deban acudir adolescentes ya que puede ser una situación demasiado peligrosa para sus hijos/as. Y este espacio de debate, nos da la oportunidad de plantear nuestra aportación como profesionales.
Lo primero, que desde luego que en cualquier caso siempre tenemos que realizar, es informarnos al detalle sobre dónde quiere ir, conocer si está permitida la entrada a menores de edad, en qué recinto se realiza, el aforo, si reúne las condiciones de seguridad adecuadas o quién lo organiza.
Un tema muy importante a tener en cuenta es la compra de las entradas que se haga a través del distribuidor oficial, en internet con frecuencia nos encontramos, que los/as adolescentes buscan comprar entradas en espectáculos a los que no saben que no pueden entrar, o bien a particulares o reventas que buscan este tipo de víctimas. Tenemos que preocuparnos de las condiciones de acceso, la venta de entradas o tickets, si necesitan la autorización de los padres/madres, etc. Los límites de acceso, dependen de los organizadores, las salas e incluso las comunidades autónomas.
Con frecuencia muchos espectáculos no permiten la entrada a menores de 18 años velando por su seguridad, porque entienden que son espacios donde se consumen bebidas alcohólicas, hay aglomeraciones, momentos de descontrol, consumo de drogas y, en ocasiones, peleas.
En los últimos años ha cambiado la normativa sobre la entrada de menores a salas de conciertos, la mayor parte de los festivales de música no permite la entrada a menores de 18 años. En apenas dos años, comunidades como Madrid, Aragón, Extremadura o Cantabria han cambiado su normativa para que los menores puedan entrar en las salas dejando claro que una vez terminado el concierto deben abandonar el local. Otras autonomías como Andalucía o la Comunidad Valenciana ya han aprobado un Proyecto no de Ley que se compromete a cambiar la normativa para facilitar su acceso. En Asturias o Castilla-La Mancha sigue vigente una normativa antigua donde no está explícitamente prohibido el acceso a menores y algunas discotecas se sirven de ese resquicio legal para permitir su entrada en determinados momentos. En Canarias, la ley contempla una restricción horaria: los menores no pueden permanecer en el local más allá de las 23:00.
Además de este marco legislativo, es importante que tengamos en cuenta la situación en sí misma de riesgo que puede tener este tipo de eventos. En ellos, nuestros hijos e hijas se pueden exponer a situaciones de consumo de alcohol y drogas con facilidad. Son habituales los episodios de ingesta alcohólica descontrolada. Algunos jóvenes que han sufrido en este tipo de eventos intoxicaciones etílicas, reconocen que llevaban bebiendo muchas horas, habían mezclado o era la primera vez.
Si bien las organizaciones nos aseguran el ‘no consumo’, lo cierto es que no pueden controlar la venta por las inmediaciones o la venta ilegal dentro del propio recinto, los/las adolescentes a veces refieren esperarse a este tipo de actividades para “probar cosas nuevas”, pues piensas cosas tales como «vamos a sentir mejor la música«, para ayudarles a descontrolar, SERIAS ASOCIACIONES Y ALTAMENTE PELIGROSAS de disfrutar mejor de la música bajo efectos de algo…
Somos los que mejor conocemos a nuestros hijo e hijas y, por tanto, los que mejor podemos hacer prevención con ellos; si quieren correr demasiado, si no le temen a jugar a ser mayores o tienen muchas ganas de comerse el mundo, hacerlo con seguridad, si les encanta la música, por supuesto, que hay que reforzárselo positivamente pero con responsabilidad, hacerles ver que ya tendrán tiempo para todo, o bien ofrecerles la oportunidad de acompañarles, no dejarnos llevar por el argumento de que “todos pueden ir menos yo…”. Sentémonos a negociar y dialogar sobre los motivos por los que entendemos que no es un espectáculo apto para ellos/as, pero que más adelante se podrá plantear.
Tengamos siempre claro que lo que buscamos es la seguridad y el crecimiento y desarrollo sano de nuestros/as hijos/as, buscando su felicidad.
Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas, del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480
Maria Casado
Psicóloga y Orientadora familiar del Servicio PAD