La época de exámenes siempre ha sido una etapa de estrés y angustia para la mayoría de estudiantes.Los exámenes finales o la “temida” EBAU, … momentos en los que nos jugábamos en parte el futuro académico y a la que llegábamos siempre con falta de tiempo y fuerzas, aunque te hubieras aplicado. Tirábamos de café, de resúmenes, de noches sin dormir e incluso, en más de una ocasión, de un hombro sobre el que llorar y soltar o de un santo al cual encomendarnos…
Inmersos en tales momentos de estrés, en los que es posible sentir cierta angustia y ansiedad, cualquier ayuda, por pequeña que fuera, era bienvenida. Y allí nos lanzábamos, a por el “santo grial” que nos diese ese plus de concentración, creatividad o motivación con el que arañar el aprobado o el sobresaliente.
A pesar de que los métodos de estudio y enseñanza han cambiado, influenciados cada vez más por las tecnologías, la experiencia de afrontamiento de estas etapas sigue siendo muy similar generación tras generación. La búsqueda de elementos favorecedores, en este mundo de sobreinformación y cierta angustia y estrés crónico, junto a los motivos por los que suele aparecer el “estrés académico” como son la posible falta de planificación y organización, de motivación o la presión por conseguir buenos resultados, … puede ser de especial riesgo. Dar salida a estas situaciones es primordial para las distintas figuras profesionales que trabajamos con la adolescencia.
En esta etapa de su vida, el estrés académico forma parte de ellos y ellas, ya que en muchas ocasiones resulta imposible evitarlo, pero lo realmente importante es aprender a controlarlo. Deben ser capaces de elegir si están dispuestos a que ese estrés les domine y afecte negativamente o quieren que se les ayude a mejorar su estudio. Recurrir al consumo de drogas como herramienta para enfrentarse a situaciones de estrés como pueden ser los exámenes u otras situaciones que la vida les depare, no solo no les ayudará, sino puede “estropearles” la vida, ya no solo en el ámbito escolar, sino familiar, social y personal.
Según refiere el Plan Nacional sobre Drogas, el 28,6% de los jóvenes declara haber consumido cannabis alguna vez en su vida, el 22,2% en el último año y el 14,9% en los 30 días previos a la Encuesta. En esta encuesta se recaba información sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES 2021). El cannabis es la droga ilegal más consumida entre los jóvenes de 14 a 18 años y que más mitos genera con respecto al estudio y es la que tiene una mayor percepción de disponibilidad asociada (61,1%).
Por ello, vamos a abordar algunos mitos que más sobrevuelan las cabezas de las personas más jóvenes acerca del consumo de ciertas sustancias y su “supuesta” influencia en el estudio.
Pensar que el cannabis ayuda a reducir la ansiedad y mejora el estado de ánimo es un mito, ya que ¡Es falso! A menudo, los “prometidos efectos relajantes” pueden convertirse en su principal atractivo.El estrés genera cortisol y éste afecta negativamente al estudio y la memorización (también el café, como se ha descubierto en recientes estudios). Es por ello que se relaciona el consumo de cannabis con una disminución de la ansiedad y por tanto, con una mejora en el estudio. Pero no es así, es más, puede producir cuadros de ansiedad e incluso falta de motivación para realizar actividades que previamente resultaban gratificantes.
Quizá algún erudito haya buscado en Google académico y encontrado algún artículo sobre los “supuestos” efectos positivos del cannabis a nuestro cerebro a largo plazo. No obstante, no son verdad. Pueden llegar a pensar que el cannabis no repercute negativamente en las funciones cognitivas. De nuevo, ¡Falso! El cannabis afecta a la memoria y a la atención, dificulta la toma de decisiones, la adquisición de nueva información y por tanto interfiere en el aprendizaje.
Como profesionales, hemos de incidir en aquel espectro que, consciente o no, se oculta. Está demostradoque el cannabis no sólo no mejora la concentración en los periodos próximos exámenes, sino que puede generar un daño cognitivo transitorio en el corto plazo. Y no es el único, otras sustancias psicoactivas que pueden tener efectos muy similares.
De igual modo, pensar que el consumo de algunas drogas está relacionado con la estimulación de la creatividad, también es ¡falso! En el imaginario adolescente, y no tan adolescente, la creatividad influenciada por el consumo de sustancias, ha estado relacionado con la capacidad de crear e innovar, hasta el punto de que una gran cantidad de celebridades del mundo del arte, la música e incluso de la ciencia han relacionado sus logros y creaciones con el consumo de drogas. Un ejemplo recurrente son estrellas de la música, artistas y otras celebridades.
Una estrategia frente a este imaginario es repasar la vida de estos personajes idealizados que mencionan. Tener un conocimiento de estos artistas y la influencia negativa de las drogas en su vida puede convertirse en una oportunidad para profundizar en otras áreas vitales del adolescente que pueden verse en riesgo.
Lo que es cierto y contrastado científicamente es que los efectos secundarios de las drogas existen y son realmente perjudiciales para la salud, en especial en edad adolescente, en pleno proceso de desarrollo madurativo, donde lo que es necesario es pararse a pensar y reflexionar si merece la pena arriesgarse. Ninguna droga te hace ser más creativo o creativa, lo que hace es engañar a las personas para que piense que es así, para que sobreestimen su creatividad, pero sin duda, no la estimulan.
Por último, es necesario e importante enfatizar en las pautas de vida saludable, aunque esta empresa cada vez más se convierta en un trabajo titánico. Una dieta saludable, sueño y descanso, construir espacios y relaciones donde adolescentes y jóvenes puedan comunicar sus inquietudes y dedicar espacio a la actividad física y deporte o a sus hobbies y aficiones, son un punto de partida excelente para afrontar estas etapas en su vida académica y establecer “cortafuegos” frente al consumo de sustancias adictivas.
Por ello desde el equipo de Educación Social del Servicio PAD, trabajamos desmitificando junto a la población adolescente y joven, mitos y creencias erróneas, además de centrar nuestro esfuerzo en dotarles de herramientas que les ayuden a enfrentarse a situaciones estresantes como vía alternativa al consumo de sustancias, uso abusivo de pantallas o en juego de azar y apuestas deportivas, tratando de equiparles frente a las adversidades que vayan a encontrase en sus vidas. ¿Hablamos?
Desde el Servicio PAD podemos ayudarte.
Llámanos al 699 480 480 o si lo prefieres prevencionadicciones@madrid.es
Adrián Alcaraz
Educador Social del Servicio PAD
Rocío Rísquez
Coordinadora Equipo de Educación Social del Servicio PAD