Los videojuegos son un motivo de preocupación para padres y madres.
Y surgen muchas preguntas: ¿a qué están jugando?, ¿a qué riesgos se enfrentan?, ¿cómo controlarlo desde la familia?. En ocasiones, se generan discusiones y peleas. No se sabe cómo actuar, etc. Por ello, ¿qué debemos hacer como madres y padres?
Comencemos con unas pautas básicas. El punto de partida es asegurarse que no estén accediendo a videojuegos que no estén adaptados a su edad. Supervisa y controla lo que se compra y a lo que el niño o la niña juega. (En todos los videojuegos podrás leer el código PEGI, que establece la edad mínima aconsejable para cada juego).
Una vez que compruebes, que los contenidos no son un riesgo, entonces, no todo es negativo. El juego forma parte de la condición humana y son necesarios en el desarrollo social y el aprendizaje. Y los videojuegos, nos guste más o nos guste menos, forman parte del ocio de los chicos y las chicas.
Por lo tanto, el objetivo no es luchar para que evitar que jueguen, sino que aprendan a integrarlos en el día a día sin generar problemas. Incluso, puede ser un punto de encuentro familiar y una herramienta para conocerles mejor, compartir vuestro tiempo y mejorar habilidades o destrezas.
Aunque esta pueda parecer una tarea difícil. Os aportamos algunos consejos, que os puedan ayudar u orientar:
– En lugar de rechazar directamente el videojuego, juega con tu hijo o hija. Trata de entender por qué le gusta el juego. Esto te ayudará a acercarte, a conocer sus gustos y entender su mundo.
– Los videojuegos también pueden ser educativos, selecciona bien y sácales todo el partido.
– Intenta conocer con quien juega. Sus amigos y amigas virtuales pueden ser conocidos o desconocidos y es bueno que conozcas quiénes son, para que puedas ayudarles a manejarse en este contexto.
– Organiza momentos para jugar en familia o con amigos y amigas. Crea espacios para compartir y divertíos.
– Muy importante:
- Pacta con tus ellos y ellas, cuándo se va a utilizar, y el horario límite para dejar de jugar. Imprescindible respectar las horas de sueño, comidas, etc.
- Explícales que primero son las tareas escolares o las responsabilidades que tengan adquiridas y después el juego.
Mantente firme con esto. Tú tienes que supervisar qué, cuándo, cuánto y cómo se juega.
Las familias que juegan juntas, aprenden juntas. Y una manera de entretenerse y educar a un tiempo es haciendo un uso responsable de los videojuegos.
Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas, del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480
Pilar Coello
Psicóloga y Orientadora Familiar Servicio PAD