Algo que a todo padre, madre o tutor/a que tenga un/una adolescente en casa le preocupa e inquieta, son las compañías o amistades de nuestros hijos/as: ¿Quiénes son? ¿Cómo son? ¿estudian? ¿beben? ¿fuman? ¿se meten en líos? ¿qué valores tienen? Y sobre todo lo que más preocupa es, ¿cómo estas amistades influyen en la toma de decisiones en nuestros hijos e hijas?

Existe la posibilidad, que por la influencia de su grupo o por la presión que vivencie en este, le lleve a tomar decisiones que en ocasiones pueden entrañar riesgos… ¡Y esto es lo que verdaderamente despierta inquietud a las familias! Esta preocupación que ronda los pensamientos de la gran mayoría de progenitores está más que justificada ya que, en esta etapa vital, el grupo de iguales adquiere un papel muy importante siendo uno de los principales agentes de socialización.

Pertenecer a un grupo de iguales en todas las etapas y edades es algo positivo y necesario, sobretodo en la etapa de la adolescencia. Y no todo tiene porque ser negativo ya que, aunque es cierto que algunas amistades o iguales del entorno cercano, vienen a entorpecer, dificultar o a restar, sin duda muchas otras llegan para enriquecer, aportar y a sumar a sus vidas. Por tanto, podemos encontramos con diferentes grupos de iguales y diferentes tipos de influencias.

Las amistades que se vayan encontrando en esta etapa, ayudarán a nuestros hijos e hijas a definir su propia identidad, sus gustos, habilidades, su personalidad y además serán los facilitadores del proceso de individualización y autonomía, la separación o distanciamiento de los progenitores en la que comienzan a ser más independientes, autónomos con sus propios gustos e intereses, lo cual es un proceso necesario en esta etapa. Dentro del grupo de iguales, se aprende a ser leal, a valorar la sinceridad y el compromiso incluso se motivan y se superan a sí mismos a raíz de la competitividad y egocentrismo propio de este proceso vital.  

Como se ha mencionado, los grupos de iguales ayudan a las personas adolescentes a definir su propia identidad, pero ¿qué es la identidad? La identidad, es el conjunto de rasgos o características propias que te distingue y te hace única o único. Ese conjunto de rasgos está influido por las experiencias propias, las personas que te rodean y las condiciones y situaciones que prevalecen en tus entornos. Por ello, para ir formando esta identidad influyen varios aspectos como los vínculos de integración:

  • Vínculo de integración espacial: manera en la que se perciben por su apariencia física, el auto conceptoque tiene de sí y la autoestima.
  • Vínculo de integración temporal: Son las experiencias que se adquieren en las distintas etapas de la vida, especialmente en la etapa adolescente, entre éstas destacan las aspiraciones y las metas.
  • Vínculo de integración social o grupal: Engloba las distintas relaciones que cada persona establece con la sociedad; que van desde los vínculos con la familia, la comunidad y los grupos culturales y sociales.

De estos 3 factores, el vínculo de integración social o grupal es el que tiene que ver con la influencia de los diversos grupos sociales, ya sean próximos al adolescente o no. Hay diferentes tipos de grupos sociales, que ejercen diferentes influencias, y algunos son:

  • Primarios: Se relacionan desde la afectividad, la cercanía, lealtad. Grupos pequeños y con los que suelen quedar, o secundarios: Suelen ser numerosos y persiguen objetivos. Su organización depende de reglamentos o estatus.
  • De referencia: Grupos que sirven como referentes para establecer ideologías; no necesariamente se puede pertenecer a ellos, o de pertenencia: Las personas forman parte y son reconocidos como integrantes del grupo. Las normas y reglas establecidas son adoptadas por sus miembros sin que sean impuestas.
  • Formales: Existe una estructura y las conductas de las y los miembros están reglamentadas y deben cumplir un propósito determinado, o informales: Las personas establecen relaciones de compañerismo y amistad; su origen es espontáneo y, normalmente, son un pequeño número de personas.

Como se deduce, todos estos grupos implican una interacción entre personas, unos de manera más cercana que otros, pero, de algún modo, cada uno genera una cierta influencia en nuestros y nuestras adolescentes. El sentirse parte de un grupo es fundamental, ya que permite forjar la personalidad de cada persona adolescente, reconocerse como alguien diferente, pero a la vez como integrante de un grupo, ya sea social o cultural.

Por lo tanto, en la identidad personal y colectiva, los grupos sociales tienen un papel principal e influyen de manera significativa, ya que permiten que las ideas, los intereses y las necesidades de estos adolescentes, se aglutinen y coincidan con los de otros iguales que los integran. De este modo, los y las adolescentes pueden sentirse parte de estos grupos y los consideran un elemento importante de su identidad porque coinciden con sus ideas, necesidades, intereses, gustos y/o expectativas.

Desde el Servicio PAD, uno de los indicadores para valorar el riesgo de adicción en el grupo de adolescentes y jóvenes, es el grupo de iguales. Conocer cuál/es son el tipo de grupo de iguales que frecuenta y establece la persona adolescente es importante en prevención de adicciones. Y ¿esto qué quiere decir? que la influencia de estos grupos en la persona adolescente frente a las 3 posibles conductas de riesgo competencia del Servicio PAD: alcohol, otras drogas, “pantallas” y juego de azar y/ o apuestas deportivas es relevante. Cuando se le pregunta a una persona cuando empezó a beber alcohol, fumar cannabis, jugar de forma abusiva o a empezar a entrar en locales de apuestas o apostar, la mayoría refieren haberse iniciado en su grupo de iguales.

Es importante saber por tanto si el grupo de iguales es de riesgo, es determinante para el trabajo desde la prevención con las personas adolescentes ya que supone un factor de riesgo a tener presente. También es importante tener cuenta si no tiene grupo de iguales, es otro factor de riesgo. No tener amistades le puede hacer sentir una soledad no deseada y buscar refugio en el consumo, detrás de las pantallas o apostando. Tener un grupo de iguales de no riesgo, es decir que sea un grupo saludable, con valores, supone un verdadero escudo y factor de protección para la persona adolescente frente a los riesgos asociados a las conductas adictivas.

Si el grupo social de iguales de nuestros hijos/as es de adolescentes o jóvenes consumidores o de riesgo, nuestros hijos/as tendrán más riesgos de normalizar el consumo de sustancias y dentro de su ocio estará más integrada está práctica. Mientras que, si el grupo de iguales no es consumidor disfrutará un ocio saludable y de otras actividades donde estar alejado del consumo y tendrá menos riesgo de generar una posible adicción. También sucede con las pantallas, si no tiene grupo de iguales, puede que se refugie en las pantallas, ya sea redes sociales o videojuegos para socializar y relacionarse y buscar amistades virtuales, lejos del cara a cara…. O bien que, si tenga grupo de iguales, pero solo tengan como actividad jugar a videojuegos, … o aquellos grupos de riesgo que frecuenten locales de apuestas como lugares de ocio….  ¡Aquí está el riesgo!

Como responsables de “nuestras” personas adolescentes y jóvenes, los padres o tutores, junto con otros adultos de referencia, tenemos en nuestras manos una llave para poder ayudarles en esta etapa, reforzar su autoestima y sobre todo confiar en ellos y ellas contribuyendo así en la mejora de las relaciones intrafamiliares.  La familia sin duda sigue teniendo un papel fundamental en su vida, pero el grupo de iguales en la adolescencia es imprescindible para el autoconocimiento y autoestima. Etapa de la vida en la que están buscando el equilibrio entre “ser mayor y hacer cosas autónomamente, y necesitar a la familia”.

¿Qué podemos hacer desde la familia?

  • Respetar su grupo de iguales y su criterio de elegir sus amistades, siempre y cuando no sea perjudicial.
    • Conocer y mostrar interés por sus amistades y personas cercanas y dar pie a dialogar con ellos y ellas.Aprovechar los momentos en los que nuestro hijo/a quiera contarnos algo importante y escucharlo sin juzgar.Fomentar la diversificación de grupos de iguales en la adolescencia (amistades del colegio, del barrio, del pueblo, de clases extraescolares) le permitirá conocer diferentes grupos y modelos de relación.
    • Favorecerle alternativas de ocio saludable y de su interés.

Desde el Servicio PAD, conocedores de la inevitable influencia de los iguales, trabajamos con la persona adolescente o joven proporcionándoles herramientas y equipándoles de habilidades sociales para que sean capaces de enfrentarse a la presión del grupo de iguales y tomen decisiones adecuadas, al igual que se les informa y acerca a recursos, servicios o asociaciones de su distrito donde poder realizar actividades de ocio y tiempo libre saludables. ¿Hablamos?

Llámanos al 699 480 480 o si lo prefieres prevencionadicciones@madrid.es

Vanesa Marcos Pérez

Educadora Social del Servicio PAD