Según los últimos estudios publicados, como el ESTUDES del 2023, se está incrementando de manera significativa el consumo de cigarrillos electrónicos. Su utilización es más del doble en comparación con los datos obtenidos en el año 2016. Un 54,6% de la población de entre 14 y 18 años manifiesta haber utilizado estos dispositivos al menos una vez en la vida. Atendiendo al sexo y la edad, se observa que, en ambos grupos, la prevalencia de consumo aumenta a medida que lo hace la edad, registrándose la proporción más alta entre quienes tienen 18 años (65,8% en varones y 66,3% en mujeres). Respecto al contenido de los cigarrillos electrónicos, más de la mitad de quienes los han consumido lo han hecho sin incluir nicotina ni cannabis.

El consumo de cigarrillos electrónicos no es más saludable

La normalización en cuanto al consumo se está produciendo porque muchas familias entienden que es algo inocuo y que no tiene efectos nocivos en la salud de la adolescencia, llegando incluso a promocionarlo como regalo en ciertas celebraciones familiares como comuniones y cumpleaños.
Sin embargo, en estudios recientes se ha encontrado una relación significativa entre el inicio del consumo de estos dispositivos electrónicos y el posterior acceso al consumo del tabaco y la nicotina en su formato más tradicional. Estos dispositivos también pueden contener nicotina, lo que indica que su uso puede ser una vía de entrada a consumos más problemáticos.

Es sabido que uno de los factores de riesgo que pueden llevar al consumo de cualquier sustancia es la escasa percepción del riesgo asociado. Si en el ámbito familiar se están produciendo estas conductas, es posible que el mensaje que se transmita sea de normalidad y de ausencia de peligro respecto al uso de estos dispositivos electrónicos.

¿Cómo podemos prevenir el consumo de cigarrillos electrónicos desde casa?

Desde el ámbito familiar, es importante considerar los siguientes aspectos para abordarlos en la convivencia diaria:

  • Estar informadas e informados sobre los efectos que pueden tener en la salud de la adolescencia a corto, medio y largo plazo.
  • Transmitir un mensaje claro y firme sobre la edad de inicio en el uso de estos dispositivos.
  • Actuar como referentes, ofreciendo una visión realista de su uso y consecuencias.

Sabemos que el acceso a estos dispositivos electrónicos puede suponer una puerta de entrada a ciertas conductas de riesgo, por lo que es fundamental transmitir un mensaje firme y claro sobre sus peligros. Es recomendable hablar con hijas e hijos desde una postura cercana, buscando un momento tranquilo en el que podamos abordar el tema con serenidad. Se debe escuchar sin juzgar ni criticar, transmitiendo la sensación de que son comprendidos y comprendidas. Posteriormente, podremos aportar nuestro punto de vista sin que se perciba como una imposición.

El atractivo de estos dispositivos electrónicos, su diseño moderno y juvenil, facilita que la adolescencia se sienta tentada a dejarse llevar por los mensajes de marketing sin analizar en profundidad los riesgos que suponen. Es tarea de las familias ayudar a analizar conjuntamente estos riesgos para que sirvan como reflexión en la toma de decisiones.

En el Servicio de Prevención de Adicciones de Madrid Salud (Ayuntamiento de Madrid) contamos con un equipo de orientación familiar especializado en este tipo de situaciones. Si necesitas pautas e información para actuar ante estos escenarios, contáctanos: podemos ayudarte.

César Gil Ballesteros
Psicólogo y Orientador Familiar del Servicio PAD