El uso extendido por parte de la población adolescente y joven de las TIC y, sobre todo, el abuso de estas, suele generar dificultades en sus progenitores a la hora de establecer normas y límites y generar una comunicación fluida e impide en muchas ocasiones mantener espacios compartidos en familia, puesto que le dan prioridad al uso de pantallas.
Una herramienta fundamental para generar un buen clima familiar es la negociación de estas normas en casa. El uso de la negociación puede ayudar a lograr acuerdos en límites y normas nuevas, o flexibilizar las ya existentes dentro de la familia.
Partiendo de que el objetivo es que aprendan a hacer un uso responsable de las pantallas (internet, redes sociales y videojuegos) y no erradicar la conducta, es importante entender que el cambio debe ser gradual, para evitar ansiedad, malos entendidos o enfrentamientos, se debe diseñar la negociación en consenso.
Algunos aspectos a tener en cuenta de cara a la negociación son los siguientes:
- Consensuar entre progenitores qué normas y límites queréis establecer con vuestros/as adolescentes respecto a las TIC (si queréis modificar o incorporar alguna nueva).
- Diseñar y planificar el discurso de forma calmada.
- Buscar el momento adecuado (nunca cuando haya tensión, algún conflicto o cuando esté realizando otra actividad de su interés).
- Cuidar el lenguaje no verbal (postura, tono, mirada…).
- Escuchar de forma activa su opinión y argumentos para que todo el mundo tenga voz.
- Acordar consecuencias ajustadas si no se cumplen las normas consensuadas.
- DEJAR CLARO EN QUÉ TIEMPO Y CIRCUNSTANCIAS ESTÁ FIJADA LA UTILIZACIÓN DE LAS PANTALLAS.
En esa negociación, también es importante hacerles ver por qué hay que modificar o incorporar ciertas normas de las pantallas en casa y que entiendan qué función o sitio les están dando en su vida argumentando que deben ser una herramienta más mientras se haga un uso responsable y racional y que no se convierta en un descontrol para sus vidas. Si las pantallas ya se han apoderado de su control debemos:
- Ayudarles a ver los riesgos y los problemas que se han generado o se están generando.
- Animarles a ver que la solución es posible y está en sus manos.
- Explicarles y hacerles partícipes de por qué la necesidad de cambiar las normas y de poner límites.
- Ofrecerles diálogo, cariño y apoyo sin dejar de ser firmes en vuestro objetivo.
- Actualizar o incorporar ciertas normas respecto a las TIC poniendo en práctica la negociación.
Si tras la negociación no se llega a ningún acuerdo porque no vemos receptividad o participación para establecer los límites o directamente no quiere negociar de ninguna forma, se le debe explicar que la consecuencia se establecerá sin tener en cuenta su opinión. Se necesita también que se mantenga la norma también entre progenitores cuando haya más de uno, para que se pueda reconducir el uso/abuso de las pantallas.
También puede pasar que una vez establecida la negociación no cumpla su parte y entonces ¿cómo debemos actuar?
- Lo primero es reforzar y valorar los esfuerzos parciales o totales de la negociación.
- Tras valorar su esfuerzo se le avisa que si no respeta la norma en su totalidad tal y como se ha acordado que tendrá que aceptar las consecuencias.
- Por último, aplicar las consecuencias si no se cumple el acuerdo: LA FAMILIA VOLVERÁ A TOMAR EL CONTROL DE LA SITUACIÓN, aplicando el criterio inicial o sus propias normas sin tener en cuenta la otra parte.
Si no te ves capaz de negociar, no sabes cómo hacerlo o consideras que existe un problema o dificultad al respecto, no dudes en ponerte en contacto con el Servicio PAD, podemos ayudarte.
¡Podemos ayudarte!
Alba Navarrete Herrera
Psicóloga y Orientadora familiar del Servicio PAD