En España, existen varias encuestas descriptivas que miden la prevalencia de adicciones comportamentales y otros trastornos adictivos en diferentes grupos poblacionales. Si nos fijamos en la encuesta EDADES, durante 2024, el 53,8% de la población de 15 a 64 años ha jugado a juegos de azar, de los cuales el 52,9% lo hizo presencialmente y un 5,5% online. Por otro lado, según la encuesta ESTUDES, en 2023, el 21,5% de la población estudiantil de entre 14 y 18 años ha jugado a juegos de azar, siendo la prevalencia de juego presencial del 17,7% y de online del 10,7%.
Como podemos observar, las prevalencias son elevadas en todos los segmentos de población, siendo especialmente alarmante el caso de la población estudiantil, de la cual la gran mayoría de integrantesson menores de edad y no pueden legalmente acceder a este tipo de juegos.
El juego de azar está en nuestro día a día. Desde que nos levantamos estamos escuchando anuncios de lotería en la radio; nos saltan banners anunciando casas de apuestas en las páginas de internet; en las historias o publicaciones de algunas redes sociales aparecen bajo el subtítulo de “publicidad” multitud de vídeos, imágenes que muestran bonos de bienvenida, experiencias de éxito relacionadas con las apuestas, etc. Asimismo, cada vez es más frecuente la integración de elementos o dinámicas característicos del juego de azar en videojuegos o apps de compra.
¿CÓMO IMACTA EL JUEGO DE AZAR EN LA PERSONA, ESPECIALMENTE, EN LAS MÁS VULNERABLES?
Por todo ello, cuando hablamos del impacto negativo del juego de azar, no nos podemos centrar únicamente en aquellos individuos que presentan problemas severos con el juego, sino que se trata de una problemática que trasciende lo individual, afectando también a lo social y a lo comunitario.
A continuación, vamos a tratar de entender algunas de las dimensiones que se ven afectadas por el juego de azar. Es importante señalar que, aunque las veamos de forma independiente, estas dimensiones están interrelacionadas:
- Salud física: la persona que juega puede ver mermada su salud física ante el descuido de hábitos de higiene, la falta de sueño o baja calidad del mismo (se está apostando en horas de sueño o no se puede dormir por preocupaciones relacionadas con el propio juego o por las pérdidas económicas), una mala alimentación (no se dedica tiempo a la preparación de comidas saludables y se compran alimentos baratos de peor calidad) y la falta de ejercicio físico (el tiempo y el dinero que antes le podía dedicar a practicar deporte ahora lo gasta en apostar). Además, el juego puede ir ligado a otras conductas adictivas como el tabaco o el alcohol, por lo que si se dan conjuntamente, la merma en la salud es mucho mayor.
- Salud mental: desde momentos iniciales podemos encontrarnos con sentimientos de culpa, estrés, ansiedad, vergüenza, desesperanza, etc. También la familia ve reducida su salud mental, ya que a medida que avanza el nivel de juego también lo hace la angustia, el miedo, la frustración, la sensación de indefensión ante intentos fallidos de prestar ayuda, la desesperanza, etc.
- Dificultades financieras: cuando una persona apuesta con frecuencia suele tener pérdidas económicas significativas que pueden hacer que se endeude y se vea envuelta en una espiral de microcréditos rápidos inasumibles. En casos extremos puede llevar a la ruina a la persona que juega y a su familia.
- Afectación laboral y de formación académica: debido al tiempo que se le dedica al juego o a conductas relacionadas como, por ejemplo, consultar resultados o estadísticas de partidos previos en el caso de las apuestas deportivas, el individuo puede ver reducida su productividad laboral y/o académica, siendo cada vez más frecuentes las ausencias, los problemas de concentración, etc. En los casos más severos nos podemos encontrar con que el individuo pierda el empleo o abandone sus estudios.
- Dificultades de las relaciones sociales: una de las características de las adicciones es la baja conciencia de enfermedad que se tiene, siendo el engaño y el autoengaño conductas frecuentes. Es muy difícil que una persona reconozca que ha perdido el control de su conducta y que es el juego quien gobierna su vida. Por ello, los familiares y las amistades que señalen y muestren preocupación por su problema, van a ser rechazados categóricamente. Asimismo, el juego va a hacer que la persona se aísle cada vez más y deje de realizar actividades que antes eran satisfactorias. En el ámbito familiar, nos podemos encontrar con conflictos constantes, violencia doméstica, negligencia en el cuidado de personas a cargo, etc.
- Problemas legales: asociada a la conducta de juego pueden darse actos delictivos como fraudes, estafas, extorsiones, robos, hurtos, etc. En la actualidad, nos estamos encontrando cada vez más casos de suplantación de identidad en el juego online. Debido a la complejidad de este fenómeno, vamos a verlo más detenidamente a continuación.
SUPLANTACIÓN DE IDENTIDAD EN EL JUEGO ONLINE
Desde la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), en el marco del Protocolo de Actuación para Contribuyentes Suplantados (PACS), se ha publicado un informe que recoge las denuncias por suplantación de identidad entre abril y septiembre de 2024. Es alarmante ver cómo en apenas seis meses, más de 7.700 personas denunciaron que sus datos han sido utilizados para participar en apuestas online sin su consentimiento.
En contra de lo que cabría esperar, en muchos casos estas denuncias no tienen detrás a sofisticadas redes delictivas, sino que se producen en el seno de la familia. Este uso fraudulento permite el acceso a menores a actividades completamente prohibidas para ellos, como apuestas deportivas o juegos de casino online. En otros casos, se trata de jóvenes ya mayores de edad que siguen viviendo con sus familias y emplean las tarjetas de sus familiares para seguir jugando durante más tiempo y por más dinero. Asimismo, hay casos de personas inscritas en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ) —por voluntad propia o de sus familias para protegerse del daño— que utilizan identidades de terceras personas para saltarse las restricciones.
Atendiendo a los datos del informe, mientras que solo el 16,5% de jugadores de la población general son mujeres, el 50% de las identidades suplantadas se corresponde con mujeres de mediana edad. De este dato se puede inferir que muchas son madres o familiares de los suplantadores.
Estos datos nos ayudan a comprender qué está sucediendo y evidencian el margen de actuación que tenemos en las familias para frenar este fenómeno. Finalmente, desde el Servicio PAD queremos ofrecer una serie de recomendaciones para que podamos responder a tiempo ante posibles suplantaciones de identidad.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
- Desde el Ayuntamiento de Madrid, insistimos en la importancia de la prevención y la detección temprana.
- Hablar en casa del riesgo del juego online, sin dramatismos, pero con claridad.
- Proteger nuestros datos personales y bancarios, y supervisar su uso cuando hay menores en el hogar.
- Revisar periódicamente los extractos bancarios y activar alertas de actividad sospechosa.
- Si sospechas que tu identidad ha sido utilizada para jugar online, contacta con la DGOJ a través del buzón: pacs@ordenacionjuego.gob.es
- El informe de la DGOJ pone cifras a un fenómeno que muchas familias ya conocían de cerca. La sensibilización institucional es clave, pero también lo es la responsabilidad compartida: operadores de juego, administraciones públicas, entidades educativas y, por supuesto, las familias.
- El juego online tiene reglas. Cuando se rompen, las personas más jóvenes y vulnerables pueden salir gravemente perjudicadas. No dejemos que la suplantación de identidad convierta una pantalla en una puerta de entrada al riesgo.
Sylvia Requena Fernández
Psicóloga y Técnica de Prevención del Servicio PAD