“He conseguido dejar de fumar: ahora solo vapeo”
¿Sabías que, al vapear, el aerosol producido por el calentamiento del líquido (llamado e-líquido) en el dispositivo electrónico contiene numerosos componentes tóxicos y productos químicos perjudiciales para la salud?
El vapeo expone a nuestro organismo a sustancias dañinas
Tanto si contiene nicotina como si n, el vapeo expone a nuestro organismo a diversas sustancias dañinas, entre ellas:
- Humectantes, como el propilenglicol (PG) y la glicerina vegetal (GV), que al calentarse pueden generar sustancias cancerígenas e irritantes para la mucosa pulmonar.
- Aromatizantes, diseñados para el consumo oral, pero no para la inhalación, lo que puede causar efectos tóxicos en los pulmones.
- Metales pesados, como aluminio, níquel, plomo, cromo y estaño, que pueden producir daños en el sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Una alternativa al tabaco… igualmente peligrosa
La industria tabacalera ha promovido el cigarrillo electrónico como un producto más saludable que el tabaco tradicional, presentándolo como una alternativa menos dañina porque produce vapor en lugar de humo. Sin embargo, esta afirmación es engañosa. El vapeo no genera vapor en estado gaseoso, sino un aerosol compuesto por partículas microscópicas en suspensión, que incluyen sustancias químicas tóxicas.
Además, muchas campañas de marketing han posicionado el vapeo como un paso previo para dejar de fumar, lo que lleva a muchas personas jóvenes y adolescentes a aceptar esta práctica como una alternativa segura, cuando en realidad puede ser una excusa para seguir fumando y una puerta de entrada al consumo de tabaco tradicional.
El fenómeno no es nuevo. Décadas atrás, con la expansión del consumo de tabaco, los medios de comunicación y la publicidad lo presentaron como algo atractivo, glamoroso e incluso saludable, asociándolo a la naturaleza y al deporte, y apareciendo en películas, anuncios y eventos deportivos. Tomó años descubrir y difundir los efectos nocivos del tabaco. Hoy en día, la historia se repite con los vapeadores: una publicidad engañosa y peligrosa que reduce la edad de inicio en el consumo.
Aunque la industria tabacalera insiste en que los vaper son productos de menor riesgo, investigaciones independientes han demostrado que los compuestos tóxicos que contienen sí pueden generar graves problemas para la salud. Por tanto, no deben considerarse como una alternativa más segura al tabaco ni como una herramienta válida para dejar de fumar.
Muchas empresas han visto en el vapeo un negocio rentable, abriendo tiendas especializadas y comercializando nuevas tecnologías sin preocuparse por la salud de las personas consumidoras.
Como bien señala el video, la industria tabacalera busca constantemente nuevos clientes.
¿Estás dispuesta o dispuesto a ser la próxima persona consumidora?
Laura González Torija
Psicóloga y Orientadora Familiar Servicio PAD