En el trabajo con familias para la prevención de adicciones, nos encontramos, en muchas ocasiones, con madres y padres que dudan sobre la veracidad de la información que sus hijas e hijos les aportan en relación con las sustancias, las tecnologías o los juegos de azar. Es importante diferenciar entre mitos y realidades respecto a estos temas para reflexionar junto a ellas y ellos, proporcionar información veraz y afrontar las situaciones de riesgo con seguridad y conocimiento.
Para hablar sobre drogas, es clave contar con una definición que sirva de base para la reflexión sobre los mitos.
Así, según la clásica definición de la OMS: «toda sustancia que, introducida en el organismo vivo, puede modificar una o más funciones de este» (Kramer y Cameron, 1975, p. 13). Además, se define como droga de abuso «cualquier sustancia, tomada a través de cualquier vía de administración, que altera el estado de ánimo, el nivel de percepción o el funcionamiento cerebral» (Schuckit, 2000, p. 4) (Elisardo Becoña Iglesias, “Bases científicas de la prevención de las drogodependencias”, Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Madrid, 2022).
A continuación, exponemos algunos de los principales mitos relacionados con las sustancias y su consumo:
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“Lo hace todo el mundo”: Puede que el consumo de algunas drogas esté extendido y que haya muchas personas que accedan a ellas, pero esto no significa que sea un comportamiento saludable o adecuado. Las drogas, en su sentido amplio, tienen efectos en nuestro organismo. En el caso de adolescentes y jóvenes, estos efectos impactan aún más en su proceso de maduración, lo que conlleva mayores riesgos para su salud.
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“Si son legales… será que no son tan malas”: La legalidad de ciertas sustancias no implica que sean inocuas. La definición de droga no varía en función de su estatus legal.
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“De vez en cuando no pasa nada”: En personas en desarrollo, cualquier consumo de sustancias interfiere en su crecimiento, por lo que todo uso implica un abuso.
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“Hay drogas que no tienen riesgo… porque son naturales”: Este mito está muy relacionado con el consumo de cannabis. Se cree que, por proceder de una planta, es natural y no perjudicial. Sin embargo, el origen de la sustancia no elimina los riesgos asociados a su consumo, ni el efecto de sus principios activos, ni su clasificación como droga.
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“Las medicinas no son drogas”: Muchos medicamentos tienen efectos psicoactivos similares a los de las drogas, por lo que su uso debe estar prescrito, controlado y supervisado por personal sanitario. Si se utilizan sin estas condiciones, pueden generar los mismos riesgos que cualquier otra sustancia psicoactiva.
Estos y otros mitos están arraigados en nuestra sociedad y cultura, lo que a veces dificulta distinguir entre realidad y creencia errónea. Desde el Servicio PAD, podemos orientarte si tienes dudas sobre el consumo de sustancias y el rol de la familia en la prevención de adicciones.
María Bejarano
Psicóloga y Orientadora Familiar del Servicio PAD