Es fácil ir en el autobús, andar por la calle, estar en un grupo social y escuchar frases como, menuda juventud!, les da lo mismo todo, no tienen valores,…etc. Si prestamos atención sólo a éstos pensamientos, vamos a comprobar que son verdad, que las generaciones no son las mismas, que ha habido muchos cambios, que hay diferencias…
A veces tenemos pensamientos negativos sobre una persona o una situación, que pueden venir generados por experiencias anteriormente vividas, por estímulos externos que nos automatizan pensamientos y emociones, por personas que nos advierten sobre tal o cual persona o tal o cual situación, y éstos pensamientos negativos condicionan nuestro comportamiento, provocando una actitud de rechazo, desvalorización, etc. Sin pararnos a pensar si realmente es así, si solamente es así. Y sin pararnos a observar cómo las creencias que mantenemos pueden influir en el desarrollo de las capacidades de la otra persona. Esto se llama Efecto Pigmalion.
La confianza que damos a los demás, lo que pensamos que son capaces de conseguir, puede hacer que alcancen las metas más insospechadas.
Os invito a reflexionar sobre cómo podemos influir, cómo podemos pensar y actuar para mejorar las capacidades de los adolescentes y jóvenes, que en definitiva son nuestro futuro. Y os invito también a ver un anuncio de Seguros Divina Pastora donde explica fácilmente la potencia del efecto Pigmalión.
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Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas, del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480
Laura González
Psicóloga y Orientadora Familiar
Servicio de Prevención de Adicciones