Adolescentes y jóvenes en verano y uso responsable de pantallas

Después de unos meses intensos de vida escolar llegan las ansiadas vacaciones las ganas de tener tiempo libre al margen de libros de texto, apuntes, madrugones y exámenes. El verano ha llegado y disponer de tanto espacio sin “responsabilidades” y sin una rutina establecida, conlleva el riesgo de que una gran parte del periodo estival transcurra delante de pantallas con la finalidad de combatir el aburrimiento y la desidia.

En este periodo, a profesionales y otras figuras adultas de referencia se nos plantean distintos retos y dificultades, y debemos agudizar el ingenio para sacar el máximo provecho al verano manteniendo un equilibrio entre la vida virtual y presencial utilizando los dispositivos de una forma correcta, eficiente y saludable. 

Las pantallas forman parte de nuestra vida cotidiana puesto que son una vía para la realización de actividades formativas, establecimiento de relaciones sociales y crecimiento personal entre otras utilidades, pero no debemos perder de vista que si no se gestionan de una manera adecuada se pueden convertir en la puerta de acceso a un ocio pasivo que interfiere en el desarrollo psicológico y madurativo de la persona, así como el aumento del riesgo de adicción.

https://www.fad.es/siof/pildora-informativa/adiccion-nuevas-tecnologias

En “La pedagogía del ocio”, del catedrático de la UAB Jaume Trilla, se diferencia entre tiempo libre y ocio: “El tiempo libre es todo el tiempo que nos queda después de haber realizado las actividades impuestas (para los adolescentes, los estudios y las obligaciones domésticas). Abarca, por tanto, actividades de descanso, de participación social y de ocio” mientras que “El ocio es una parte del tiempo libre, la que empleamos en actividades de disfrute personal y colectivo”.  Y dentro de este, se alberga el ocio digital, como “cualquier forma de ocio que pueda realizarse a través de infinidad de dispositivos que las personas jóvenes tienen a su alcance”, según el Informe Juventud en España 2020 (Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 2021). https://www.adolescenciayjuventud.org/publicacion/investigacion_ocio_digital/

La vida es cuestión de equilibrio 

Una adecuada organización del tiempo libre en la adolescencia es fundamental para el desarrollo personal y social, ya que la forma de distribuirlo puede dar lugar a dos vertientes:

  • Por un lado, ociosidad, ocio centrado en el consumo o actividades relacionadas con el aburrimiento donde se mira la pantalla sin objetivo alguno.
  • Por otro, un ocio activo o de entretenimiento en el que se llevan a cabo actividades satisfactorias y de crecimiento personal donde se desarrollan habilidades importantes como cooperación, compromiso, constancia, es decir, un espacio de auto conocimiento donde se pueden descubrir características propias de la personalidad.

Dentro de las características de la adolescencia está la existencia de continuos cambios a nivel físico, psicológico y emocional donde se realiza un gran “consumo de energía” y en ocasiones su cuerpo tiende a la inactividad interna y apatía. De nuestra mano está motivar para que estos tres meses, sean de máximo provecho y disfrute con amigos/as, familia y entorno, colocando las pantallas, redes sociales y videojuegos en el lugar y momento que corresponda. Hay tiempo para todo y es una cuestión de equilibrio, como otras tantas cosas en la vida.

¿Cómo podemos llevar esto a cabo? 

  • Acordar un horario real y accesible    

Los dispositivos se utilizarán en el horario establecido, siendo recomendable que la exposición no sea más de dos horas seguidas, que nunca sea antes de dormir, ni momentos de vida en común como puede ser en comidas, cenas, con familia y amigos/as.

Si llevamos a cabo una actividad en el exterior, procurar dejar el móvil en casa para poder disfrutar al máximo del evento. Es fundamental que seamos flexibles y empáticos/as ante las circunstancias que se puedan acontecer, adaptándonos así a las necesidades de la persona.

  • Derrumbar el muro tecnológico

Con frecuencia las personas jóvenes/adolescentes tienen un mayor conocimiento de determinadas herramientas y aplicaciones tecnológicas que las personas adultas. Vamos a darles la oportunidad que sean ellos/as quienes nos enseñen sus características y modo de utilización al mismo tiempo que mejoramos nuestras competencias y aptitudes digitales con la finalidad de estar actualizados/as y hablar el mismo idioma.

  • Mostrar interés por actividades y aficiones digitales de las personas adolescentes

Es importante conocer los hábitos y preferencias que tienen las personas jóvenes en la vida “on line”: juegos favoritos, influencers, gamers, youtubers, plataformas más utilizadas…

Crear este espacio genera un clima de confianza, seguridad, conversación y distensión donde se comparten conocimientos y se fortalece el vínculo afectivo.

Esto reforzará la autoestima de los más jóvenes y les hará ver que en el fondo las personas adultas no éramos muy distintas a su edad. Otra estética, otro tipo de tecnología, pero al fin de al cabo las mismas preocupaciones e intereses.

  • Tiempo de pantallas compartido

Desde películas, videojuegos, hasta contenidos en directo son las posibilidades que tenemos para disfrutar de distintas herramientas online en un espacio para compartir y comentar.

  • Disponer de una batería de actividades

Es recomendable tener un listado de actividades para poder recurrir en los momentos en los que en apariencia no hay nada que hacer. El verano es largo, de modo que no hay excusa para hacer todo tipo de planes atractivos y alternativos a las pantallas.

Que no se pase la oportunidad de vivir pequeñas experiencias muy enriquecedoras.

  • Ser modelos para seguir

Si las personas adultas están enfrascadas en las pantallas, ¿cómo podemos pedir a nuestros jóvenes que no lo estén? seamos modelos de referencia positivos/as.

Es indiscutible que las pantallas ofrecen innumerables ventajas y facilidades en el día a día, pero jamás podrán suplir los momentos, beneficios y sensaciones que nos ofrece el mundo real: deportes, viajes, juegos, excursiones, paseos, visitas culturales, un sin fin de lugares para refrescarnos, conciertos, largas conversaciones con amigos/as y familia… Abrazos, miradas, caricias, risas.

Nada como disfrutar del entorno, respirar, tocar, meditar, escuchar… “be real”.

Si necesitas acompañamiento en este proceso, desde el Servicio PAD, se dispone de un equipo técnico de prevención de adicciones con adolescentes y jóvenes y/o sus familias, así como para profesionales, donde podrás pedir asesoramiento personalizado, confidencial y gratuito. ¿Hablamos? Llámanos al 699 480 480 o mándanos un mail a prevencionadicciones@madrid.es

Dori Turrado

Educadora Social del Servicio PAD