Una de las características que suelen darse de forma común en las personas que consumen sustancias, es que el consumo de drogas cubre una función para esa persona. Esta característica es común para cualquier tipo de conducta que realizamos, ya que la motivación de realizar una conducta viene explicada con un ¿para qué nos sirve?
¿Para qué nos sirve o que función cubre dormir? ¿O comer? En este caso se trataría de conductas que, en principio, son necesarias y saludables para el ser humano y que sirven o forman parte de nuestra vida. Estas funciones pueden realizarse de forma saludable con el objetivo del autocuidado y sentirnos mejor o de forma menos sana, como, por ejemplo, dormir 4-5 horas al día o comer en exceso o la falta de alimento suficiente para cubrir las necesidades nutritivas dificultando que el organismo funcione de forma adecuada. El mantenimiento en el tiempo de conductas inadecuadas y con consecuencias negativas para la salud también cubren una función para el individuo.
Es lo que ocurre con el consumo de cannabis, es una conducta perjudicial para la salud, pero cubre una función con base emocional, como es servir de vía de escape o como forma de relajarse cuando se tiene ansiedad.
Si es una sustancia que se utiliza en bastantes casos para reducir la ansiedad y relajarse, ¿por qué los datos indican que los trastornos de ansiedad son los más frecuentes en personas que consumen cannabis, junto con los trastornos afectivos?
Podría haber distintas razones, pero una de ellas sería que, las personas que consumen cannabis, tuvieran ya problemas de ansiedad antes de iniciar el consumo de esta sustancia o no, ante una situación que genere emociones desagradables podrían utilizar el consumo como una forma de reducir la ansiedad (función del consumo) a corto plazo, pero esto no solucionaría el problema de ansiedad, sino que lo apaciguaría a corto plazo en el momento del consumo y sus efectos relajantes, pero mantendría o agravaría el problema de ansiedad a largo plazo.
¿Qué podemos hacer si detectamos que una persona con problemas de ansiedad tiene especial riesgo o mayor vulnerabilidad de consumir cannabis?
- Evitar la normalización del consumo de cannabis. En menores de edad, CUALQUIER consumo de CUALQUIER sustancia se considera de riesgo, ya que no tienen la madurez suficiente para gestionar esta conducta de riesgo. Además, estamos hablando de introducir sustancias en un cerebro en proceso de desarrollo y maduración, interfiriendo en el desarrollo neurológico.
- Detectar y valorar los aspectos de la vida de la persona que están generando ansiedad.
- Crear una buena comunicación con él o la adolescente desde la preocupación “¿cómo te sientes? ¿qué está pasando?”
- Ofrecer alternativas de actividades saludables que puedan ayudar a gestionar esa ansiedad, sin necesidad de recurrir al consumo. Ejemplo: tiempo en familia, actividades de ocio saludable, comunicación.
- Recurrir a un/a profesional como apoyo al resto de puntos.
En caso de tener dudas sobre cómo gestionarlo o en el caso de percibir que es algo frecuente, recomendamos contactar con el Servicio de Prevención de Adicciones (Servicio PAD) de Madrid Salud.
¡Podemos ayudarte!
Mariana Miracoli Costales
Orientadora Familiar del Servicio PAD