En el post de hoy nos gustaría plantear una reflexión sobre los juegos denominados de forma coloquial como “juegos de beber”. Juegos que se pueden utilizar en cualquier grupo de edad, pero de especial riesgo durante la adolescencia, ya que como se ha comentado en otros posts, la adolescencia es una etapa vital caracterizada por:  impulsividad, poca o nula consciencia del riesgo y la búsqueda de experiencias con beneficio a corto plazo.

El riesgo de que se asocie el consumo de sustancias, en este caso el consumo de alcohol, con la diversión es algo que se puede apreciar directamente en el nombre “juegos de beber” y funcionamiento de este tipo de juegos.

Además, esto supone añadir, un extra de juego o diversión al consumo, que ya suele estar de por sí asociado a diversión, fiestas…, también es importante resaltar que este tipo de juegos suelen buscar la participación de todos los presentes, por lo que puede conllevar presión social hacía personas que no quieran beber o jugar en sí. Y del mismo modo, personas que puedan ser más introvertidas les puede ayudar a integrarse en el grupo de iguales.

Algunos de estos juegos pueden implicar también riesgos a nivel de primeros besos o conductas sexuales, en un contexto de juego en el que, si en estas edades se tiene baja conciencia del riesgo, al incluirlo en un ambiente de juego se puede reducir todavía más la percepción de riesgo.

¿Cómo se puede gestionar la posibilidad de que mi hijo o hija entre a participar en este tipo de juegos con sus iguales?

  • Supervisar para poder detectar posibles riesgos. Poder reflexionar con ellos/as a través de preguntas, sobre estos riesgos fuera del ambiente de fiesta con sus amistades, ya que si no se ha hecho esta reflexión previa, es difícil que lo hagan en el mismo momento del juego.
  • Entrenar desde casa la capacidad de decir NO ante propuestas que puedan suponer un riesgo: ¿has dicho que sí en alguna situación que hubieras querido decir que NO? ¿cómo lo hubieras gestionado ahora? ¿en qué situaciones o a que personas te costaría más decir que NO? ¿si empezarás a jugar y luego quisieras salirte del juego cómo lo harías?
  • Fomentar la comunicación y el tiempo juntos para que existan momentos en los que si el/la adolescente necesita contarnos algo tenga ese espacio.
  • Intentar fomentar actividades y grupos de iguales que no consuman.
  • Mensajes preventivos sobre los riesgos del consumo de alcohol.
  • ¿Creéis que si es por medio de un juego se tendrá más percepción de la cantidad de alcohol consumida o se puede consumir más cantidades por estar inmerso en el funcionamiento del juego? Este es otro aspecto que habría que reflexionar con los y las adolescentes.
  • En caso de tener dudas sobre cómo gestionarlo o en el caso de percibir que es algo frecuente, recomendamos contactar con el Equipo de Orientación Familiar del Servicio de Prevención de Adicciones, Servicio PAD.

¡Podemos Ayudarte!

Mariana Miracoli Costales

Orientadora Familiar del Servicio PAD