Entre las inquietudes comunes entre padres y madres que cada día nos encontramos en nuestro Servicio de Orientación Familiar aparecen las dificultades para entender cómo viven y sienten la amistad nuestros hijos e hijas al llegar a la adolescencia. Para poder entenderles mejor y así poder llegar a ellos o ellas, me parece importante acercar unas reflexiones sobre esta etapa de cambios en la que las amistades adquieren un papel principal.
La amistad en la adolescencia se convierte en uno de los pilares fundamentales en una etapa llena de cambios y en la que el foco pasa de estar en la familia y se centra en el grupo de iguales. La persona adolescente va buscando nuevos puntos de referencia para navegar por todos estos cambios y, en general, la mayoría los encuentran en sus amistades.
¿Cómo influyen las amistades en la adolescencia?
Una amistad puede aportar a nuestros hijos e hijas muchos factores importantes y necesarios, entre los que destacan:
- Sensación de pertenencia. Los cambios en este periodo les pueden generar incertidumbre, por lo que sentirse parte de un grupo les da confianza en sí mismos/as y sensación de protección. Y les ayuda a sentirse personas importantes y valiosas.
- Apoyo emocional. Sienten que les entienden y apoyan, ya que están pasando por experiencias y emociones parecidas. Sienten que pueden tener un refugio donde gestionar mejor su ansiedad y otros posibles sentimientos como tristeza, alegría o miedo.
- Ayuda para entender su papel en la sociedad. Los amigos y amigas les muestran diferentes maneras de pensar, de comportarse, lo que les permite ir eligiendo su papel en el mundo.
- Inicio de las relaciones afectivas y sexuales. El grupo de iguales se convierte en una referencia sobre como iniciarse, comportarse y relacionarse en el mundo de los afectos y las relaciones sexuales.
- Pero hay una gran diferencia entre una buena y una mala amistad. Esto es importante, mientras que las buenas amistades pueden llevarle a dar lo mejor que tiene, una mala influencia puede traer consecuencias muy negativas.
Por lo que es importante hablar de esto, pero, ¿cómo? Aquí os dejamos unas recomendaciones:
¿Cómo hablar de sus amistades?
- En lugar de presuponer, juzgar o criticar, abre un camino al diálogo y el acercamiento intentando respetar los gustos de tu hijo/a.
- Procura que se sientan cómodos para llevar a sus amistades a casa, y para hablar de ellos y ellas. De este modo conseguiremos conocerles y podremos detectar los posibles conflictos o problemas que tengan.
- Dale tiempo para estar con sus amistades y respeta ese tiempo y su privacidad.
- Habla con ellos y ellas sobre la amistad, sobre las buenas y las malas compañías y la importancia de ejercer una buena amistad por su parte, sin olvidarse de que deben ser ellos y ellas mismas y de la importancia de no dejarse influenciar o presionar hasta el punto de cambiar de criterio o comportamiento solo por que lo hacen los demás, por no destacar o por no defender sus opiniones.
- Habla de manera honesta sobre cómo eras tú a su edad en cuanto a las relaciones con tus amigos y amigas y lo que has aprendido.
- Facilítale espacios y formas de crear y mantener nuevas amistades en contextos y ámbitos adecuados.
Entendiendo por qué son importantes las amistades en este momento y sabiendo que su influencia puede ser muy positiva pero, en ocasiones, también negativa, observa a tus adolescentes por si fuera necesario intervenir desde el diálogo y la comprensión.
Pilar Coello Sánchez
Psicóloga y Orientadora Familiar del Servicio PAD