Cuando hablamos de juegos con recompensa económica—como las apuestas deportivas, la ruleta, las máquinas tragaperras o el póker—no nos referimos al juego en su sentido lúdico, sino al riesgo que implica esta práctica, especialmente en una etapa tan sensible como la adolescencia. El juego, en su forma más tradicional, ha sido una herramienta de aprendizaje, diversión y entretenimiento para la humanidad. Sin embargo, los problemas surgen cuando se incorporan elementos como el azar, las recompensas económicas y el diseño de estos juegos, que están pensados para que siempre gane “la casa”.
Factores que favorecen la expansión del juego en la adolescencia
- Por algunas de las características propias de la adolescencia que lo hacen más atractivo.
- Hay un interés de las operadoras de juego por esta franja de la población lo que ha llevado a diseñar juegos y modos de acceso más adaptado a sus gustos y características. Apoyado por mayor presencia tanto física como en publicidad.
- Las propias características adictivas de algunos tipos de juegos y el propio formato de acceso (online, presencial, ambos).
El papel de la familia en la prevención del juego de azar
Dentro del ámbito de la familia, sabemos que su papel es clave a la hora de prevenir la aparición de algún tipo de conducta adictiva y en este sentido podemos actuar intentando:
- Observar, dialogar, supervisar y educar.
- Fomentar un ambiente familiar saludable, en la que todos los miembros de la familia se sientan lo más a gusto posible, evitando las descalificaciones, juicios o críticas.
- Promover el desarrollo personal y la madurez emocional como elemento principal al a hora de establecer una base sólida para la prevención de conductas adictivas.
- Ser modelos de comportamiento saludable. No solo en lo relacionado con el juego, sino también en la gestión de emociones, el ocio y la administración del dinero.
- Enseñar el valor del dinero y su gestión responsable. Comprender que el dinero no es una fuente de entretenimiento es clave.
- No minimizar los riesgos del juego de azar. Estar atentos a las señales de alerta y actuar con rapidez. Si se observan problemas, abordarlos con la persona.
- Transmitir una postura clara contra el juego de azar en la adolescencia. La normalización de esta práctica incrementa el riesgo de problemas futuros.
- Buscar ayuda profesional en caso de duda o sospecha. Una intervención temprana puede prevenir consecuencias más graves.
Desmontando mitos sobre el juego de azar
Es importante contar con información adecuada para desmontar creencias erróneas, como:
- “Las apuestas deportivas no son un juego de azar”. En realidad, aunque se tenga conocimiento sobre un deporte, el resultado nunca es predecible.
- “El juego de azar es una actividad normal y sin riesgos.” Muchas personas desarrollan problemas graves derivados del juego.
- “Se puede ganar dinero con los juegos de azar”. La estructura del juego está diseñada para que, a largo plazo, quien siempre gane sea la banca.
- “Con habilidad y conocimiento, el azar deja de influir”. El azar es el factor determinante en todos estos juegos.
- “Jugar en grupo es una forma de socializar sin riesgos.” En realidad, puede reforzar la normalización del juego y favorecer conductas problemáticas.
- “Los problemas con el juego solo afectan a las personas adultas”. Cada vez hay más adolescentes con dificultades relacionadas con el juego, y los primeros signos de problemas pueden pasar desapercibidos.
La adolescencia debe ser una etapa de crecimiento, desarrollo y maduración personal en un entorno saludable. La familia y la comunidad educativa tienen un papel fundamental en la prevención de este problema.
Si necesitas orientación o apoyo, recuerda que en el Servicio de Prevención de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid contamos con profesionales especializados en prevención y en el trabajo con familias. Estamos aquí para ayudarte.
César Gil Ballesteros
Psicólogo y Orientador Familiar del Servicio PAD