El vaper o cigarrillo electrónico es un dispositivo diseñado para inhalar una sustancia a través de una boquilla. La acción de vapear o ‘vaping’ se refiere a inhalar el aerosol generado por estos dispositivos, los cuales calientan un líquido para convertirlo en vapor, que posteriormente es inhalado y llega a los pulmones.
Las sustancias contenidas en los vaper varían. Por un lado, el líquido para vapear está compuesto por una base (propilenglicol, glicerina vegetal o una mezcla de ambas) y un aroma con múltiples ingredientes que generan distintos sabores como tabaco, menta, fresa o incluso sabores dulces. Por otro lado, estos dispositivos pueden o no contener nicotina. Además, el aerosol resultante contiene otras sustancias químicas y toxinas potencialmente peligrosas.
Existen distintos tipos de vaper: los desechables, que se utilizan un número limitado de veces, y los reutilizables, que permiten cambiar el líquido y utilizarse múltiples veces. En cuanto a su apariencia, pueden parecerse a cigarrillos, bolígrafos o incluso dispositivos más grandes conocidos como sistemas de tanque. Independientemente de su forma, todos comparten componentes similares: una batería (excepto los desechables), una resistencia que calienta el líquido, un cartucho para almacenarlo y una boquilla por donde se inhala.
¿Por qué estos dispositivos se han vuelto tan populares? ¿Son realmente inofensivos?
Los cigarrillos electrónicos han ganado popularidad, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Uno de los factores que explica su auge es la percepción de que son menos dañinos que los cigarrillos convencionales. A esto se suma su diseño atractivo, la variedad de sabores y colores, así como su fácil accesibilidad.
Sin embargo, es un mito que los cigarrillos electrónicos sean inofensivos. Aunque algunos no contienen nicotina, todos los vaper liberan sustancias químicas dañinas. Estudios recientes han demostrado que su uso puede generar efectos adversos para la salud similares a los del tabaco convencional. Además, su consumo puede ser una puerta de entrada al tabaquismo tradicional.
Riesgos para la salud asociados al uso del vaper o cigarrillo electrónico
El uso de cigarrillos electrónicos conlleva múltiples riesgos para la salud, tales como:
- Quemaduras en la boca y labios por un uso inadecuado.
- **Inflamación de las vías respiratorias** debido a los sabores irritantes.
- Daños pulmonares y enfermedades respiratorias crónicas.
- Aumento del riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer.
- Potencial adicción, especialmente en aquellos dispositivos que contienen nicotina.
- Afectaciones en el desarrollo cerebral de la adolescencia, principal grupo de personas consumidoras.
Lo más preocupante es que aún no se conocen los efectos a largo plazo del uso del vaper, por lo que es necesario continuar con las investigaciones sobre sus consecuencias en la salud.
¿Qué hacer si descubres que tu hija o hijo adolescente está vapeando?
Ante esta situación, es importante mantener la calma y buscar información sobre el tema. Es recomendable abordar el asunto desde una perspectiva tranquila y sin alarmismo. Posteriormente, se debe conversar con la adolescencia para conocer su percepción sobre el uso del vaper, si su grupo de amistades lo consume, cuáles son sus motivaciones y qué le hace sentir.
Expresar preocupación de manera abierta y generar un ambiente de confianza, evitando juicios de valor, permitirá un diálogo efectivo y reducirá la posibilidad de rechazo.
El consumo de cigarrillos electrónicos continúa en aumento, especialmente entre la juventud. Aunque todavía queda mucho por investigar sobre sus efectos a largo plazo, lo que ya se sabe es suficiente para concluir que no son inofensivos y pueden generar serios riesgos para la salud.
Clara López González
Orientadora familiar del Servicio PAD