Las redes sociales han adquirido un papel fundamental en la vida cotidiana, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Estas plataformas permiten la conexión entre personas con intereses en común, facilitando la comunicación e intercambio de información.
Si bien pueden ofrecer múltiples beneficios, su uso sin control puede generar riesgos. En este post exploraremos cómo fomentar un uso responsable de las redes sociales y qué medidas se pueden tomar para prevenir sus efectos negativos.
Redes sociales y adolescentes
En España, el 86% de la población utiliza redes sociales y el grupo de personas usuarias más activas se encuentra entre los 16 y 24 años.
Las plataformas más populares entre adolescentes son TikTok e Instagram, que utilizan no solo para comunicarse, sino también para informarse, seguir tendencias y reforzar sus relaciones sociales.
Entre los principales motivos por los que las redes sociales resultan atractivas en la adolescencia se encuentran:
- La comunicación en tiempo real con amistades y familiares.
- La posibilidad de editar imágenes y personalizar contenidos.
- La validación social a través de «me gusta» y seguidores/as.
- El acceso rápido a información sobre tendencias, eventos y actividades.
Riesgos asociados al uso de redes sociales
Si bien las redes sociales ofrecen múltiples beneficios, también pueden suponer ciertos riesgos cuando no se utilizan de manera adecuada:
- Adicción digital: Un uso excesivo puede interferir con el descanso, el rendimiento académico y las relaciones fuera de Internet.
- Ciberacoso: Comentarios ofensivos, burlas y mensajes humillantes pueden afectar la autoestima de adolescentes.
- Grooming: Personas adultas que se hacen pasar por menores para ganarse la confianza de adolescentes y obtener imágenes o videos inapropiados.
- Exposición a contenido nocivo: Acceso a discursos de odio, desinformación, estafas o comunidades que promueven conductas de riesgo.
Cómo prevenir riesgos y fomentar un uso saludable
El bienestar digital implica utilizar las redes sociales de manera equilibrada, evitando que interfieran en el bienestar emocional, el descanso o las relaciones interpersonales. Para ello, es clave que familias y personas educadoras acompañen a adolescentes en este proceso.
Algunas recomendaciones para fomentar un uso seguro y saludable de las redes sociales son:
- Acompañar y educar: Hablar con adolescentes sobre los riesgos y enseñarles a reconocer situaciones de peligro.
- Configurar la privacidad: Revisar los ajustes de seguridad para proteger la información personal y evitar que su contenido sea público.
- Promover hábitos saludables: Establecer límites de tiempo y fomentar actividades fuera de las pantallas.
- Reaccionar ante riesgos: En casos de ciberacoso o grooming, es fundamental guardar pruebas, bloquear contactos y reportar el caso a las autoridades.
Conclusión
Las redes sociales forman parte del día a día de adolescentes y pueden ser una herramienta positiva si se utilizan con responsabilidad. Desde la familia y la comunidad educativa, es fundamental fomentar el bienestar digital, ofreciendo orientación y supervisión para que las y los adolescentes hagan un uso seguro y saludable de estas plataformas.
Clara López González
Psicóloga y Orientadora Familiar del Servicio PAD