Para muchos de los padres y madres el verano se presenta como un momento de incertidumbre. El cambio de rutinas, la falta de actividades escolares y el aumento del tiempo libre puede generar cierta inquietud tanto en los progenitores como en los propios adolescentes acerca de cómo aprovechar este largo periodo estival.

Por todo ello es bastante frecuente que surjan las preguntas: ¿qué voy a hacer con mis hijos/as este verano? ¿qué puedo hacer para que sientan este tiempo libre como algo propio en el que desarrollen nuevos intereses o logren un ocio saludable? ¿cómo conseguir que no se pasen las horas muertas pegados a las pantallas?

Vamos a dar la vuelta a estas inseguridades, podemos conseguir que este periodo vacacional sea una oportunidad para acercarnos más a nuestros hijos e hijas y disfrutar de ellos/as con actividades nuevas o bien rescatar otras con las que disfrutamos en el pasado.

Os acercamos unas reflexiones que pueden ayudaros a haceros más fácil este periodo del año:

– Es importante que nos pongamos en la piel de nuestros adolescentes y recordemos como eran nuestros veranos a su edad. Es posible que la recordemos como una época de mucha intensidad, al igual que lo es para ellos/as.

-Es normal que sea un periodo en el que nos demanden más autonomía ya que aparecen nuevas ocasiones y formas de diversión dentro de sus grupos: eventos, fiestas del pueblo, nuevas amistades… El verano es un espacio en el que podemos negociar darles un poco más de libertad en determinadas situaciones, pero manteniendo horarios consensuados acordes a su edad.

-También surgen nuevos espacios y horarios, puede ser un momento en el comiencen las primeras salidas nocturnas, es importante que en dichas salidas sepamos con quien van y encontremos el momento de hablar con ellos/as de los posibles riesgos. Es importante dotarles de herramientas que les den mayor seguridad en su autonomía.

– Aunque exista un cambio en la gestión de los horarios del uso de dispositivos electrónicos, no podemos facilitarles “barra libre“ del uso de nuevas tecnologías. Se puede valorar ampliar el tiempo de uso en ciertas situaciones, pero debe haber un horario consensuado para ayudar a nuestros/as adolescentes a un uso responsable, adecuado e incluso compartido con la familia, que nos dará a conocer de forma veraz su realidad digital.

Asimismo, poder aprovechar el verano para tiempos, inquietudes y actividades en un ocio con nuestros hijos/as, es un objetivo que nos debemos plantear. Para ello:

– Reflexiona sobre como tú mismo utilizas tu tiempo libre en verano. No olvides que tú eres un modelo para tu hijo/a y puedes fomentar determinadas actitudes en ellos.

– Plantea las vacaciones como un momento para disfrutar del tiempo libre y poder realizar actividades con tu hijo/a que en el día a día no tienen cabida por la falta de oportunidades para ello.

-Presta atención a sus gustos y habilidades para proponerles actividades que les sean de interés y les motiven. De igual manera, es importante que escuches y valores sus iniciativas o propuestas.

-Aprovecha el buen tiempo y los días más largos para practicar actividades deportivas o al aire libre. Montar en bicicletas, hacer rutas, practicar natación… pueden convertirse en momentos de disfrute conjuntos. También son importantes los tiempos en casa para poner en marcha actividades lúdicas, cooperativas y creativas, que abran la puerta al acercamiento familiar, y el intercambio de conocimientos.

No olvides que la diversión es fundamental para un buen desarrollo ¿hace cuánto que no te diviertes con tus hijo/as? Sin perder de vista la importancia del grupo de iguales y la socialización, que complementan todo lo anterior, y que hay que favorecer.

Pilar Coello Sánchez

Psicóloga y Orientadora Familiar CAD Vallecas