A menudo llevamos un ritmo de vida tan frenético, y vamos con tantas responsabilidades en nuestro día a día, que nos impide vivir y sentir lo que un TE QUIERO puede provocar en un momento determinado en nuestros hijos o hijas adolescentes. En nuestra tarea como padres y madres estamos, a veces, tenemos que estar tan pendientes de aportar a nuestra familia los recursos materiales y económicos suficientes que nos permitan tener una vida acomodada, que, en ocasiones, tristemente esto se convierte en el pilar fundamental en una casa. Cometemos errores como dejar de pasar tiempo en compañía de nuestros hijos e hijas, de compartir el día a día, o de dialogar, lo cual es fundamental y necesario para mantener y hacer crecer el vínculo entre las personas, en este caso, entre miembros de la familia.
Cuando hablamos de los hijos e hijas y el vínculo con las madres y padres, nos referimos al lazo fundamental que se debe establecer entre ambas partes, y esto es la mayor evidencia de lo que significa la base fundamental del desarrollo emocional de un niño o niña. A veces, decir ‘te quiero’ no nos resulta tan fácil para algunas personas, expresar los sentimientos puede ser la tarea más difícil de llevar a cabo y para algunos padres y madres expresar el amor y cariño a sus hijos o hijas no es nada sencillo. Sin contar, además, con que a veces ellos y ellas tampoco nos lo ponen fácil.
En este momento en que las dificultades y preocupaciones vuelven a tomar protagonismo queremos reivindicar EL VALOR REAL DE ESCUCHAR Y SENTIR UN TE QUIERO.
Quizá sea difícil imaginar que decir te quiero podría cambiar la vida de una persona, especialmente cuando ese te quiero viene de un padre o una madre hacia su hijo/a adolescente. Crecer sabiendo que uno es querido por sus progenitores, por su familia, hace que ese ser humano en el futuro sea fuerte, con seguridad en sí mismo/a y con la capacidad de dar amor a los demás, con capacidad para expresarlo y para darle a sus relaciones personales la fuerza, seguridad y firmeza que aporta la expresión de sentimientos.
En qué beneficia expresar mis sentimientos a mis hijos o hijas adolescentes:
- Afianza y fortalece el vínculo entre los padres y madres y sus hijas o hijos, esto ayuda a crear confianza y camaradería, los/las adolescentes se sienten más cómodos con sus progenitores y esto va a favorecer la comunicación dentro del ámbito familiar en el que prime la honestidad y el amor como familia.
- Crea y fortalece la autoestima de tu adolescente y genera un impacto positivo para su imagen personal, la manera como se percibe a sí mismo/a, porque al sentirse querido/a por su madre o padre, tiene la plena conciencia de que es una persona digna de amor por ser quien es, por su manera de ser y de dar amor también.
- Crea bienestar y tranquilidad en tus adolescentes, los hace sentir felices y valorados por las personas más importantes de su vida, sus padres o madres.
- Ayuda a entender cómo funcionan las emociones, los ayudar a manejar los sentimientos, percibirlos y aprender a vivirlos de una manera sana y saludable para la vida, ya que tiene la certeza por la experiencia de su vida, de cuál es el verdadero cariño y como se transmite a los demás.
El valor y la fuerza que van detrás de un te quiero, un beso, un abrazo o una expresión de cariño no tiene precio en la vida de cualquier ser humano, no es suficiente con saber que alguien te quiere, es necesario escucharlo y expresarlo, decir te quiero, cura heridas, calma y fortalece el espíritu de las personas.
Recuerda que en el Servicio de Orientación Familiar de Servicio PAD, las/los profesionales os echamos una mano para favorecer las vías de comunicación con vuestros/as hijos e hijas adolescentes y confiamos en la vital importancia de educar con amor.
No lo dudes, si quieres manejar situaciones de riesgo en el inicio de conductas adictivas, LLÁMANOS… ¡Podemos ayudarte!
María Casado Fernández
Psicóloga y Orientadora Familiar de Servicio PAD