La adolescencia es un periodo de la vida en el que se producen una serie de cambios que hacen que nuestros hijos/as empiezan a convertirse en personas adultas, enfrentándose a nuevas experiencias y retos. Este proceso de cambio al que debe enfrentarse la persona adolescente y joven requiere de madurez y de estrategias que resulten beneficiosas, pero existen atajos, caminos cortos que hacen más tentador caminar por ellos haciendo que desaparezca una dificultad, un sentimiento o una acción. Y uno de esos «atajos» es el consumo de sustancias, ya que les puede hacer sentir que se evaden de sus problemas…

Los efectos del consumo de sustancias

Un día es posible que notemos signos y señales como:

Ojos rojos y brillantes.

Se oculta entrando directamente en la habitación.

Come mucho cuando llega casa.

Olor en prendas o en su habitación.

Sabemos que sus amistades consumen.

Encontramos una sustancia en los bolsillos.

¿Qué debemos hacer, como familia, ante el consumo?

Ese día, comenzamos, como progenitores, a hacernos múltiples preguntas, algunas de ellas como estas:

1. ¿Debo decírselo o lo dejo pasar?

Si detectamos algunos de estos signos o señales es necesario hablar con ellos/as. Esta situación puede o no desaparecer con el tiempo y esperar a que cambie puede desembocar en una situación grave. Confiar en que es pasajero, que lo tienen que experimentar no ayuda a modificar esta conducta sino más bien a minimizarla y consentirla.

2. ¿Qué hago?, ¿cómo se lo digo?

Para empezar, debemos prepararnos mental y emocionalmente para esta conversación.

Buscaremos así un buen momento, teniendo un tono de voz calmado. Posteriormente partiremos del hecho que nos preocupa para después dejarle hablar. Es imprescindible mantener la calma por lo que nos diga (que nos alarme) y por lo que no nos diga (porque no hable o diga nada).

Nunca hay una fórmula única o guión preestablecido para todas las familias del mundo, por eso hay que adaptarnos a nuestro hijo/a evitando el reproche, no interrumpir constantemente y mostrar empatía y preocupación.

El único criterio que debe guiar nuestra conversación es el rechazo al consumo: no es sano y no es bueno para su edad. Con las personas adolescentes “las medias tintas” (no tener un criterio claro) favorece la permisividad y la normalidad.

3. ¿Quién me puede ayudar si consume sustancias?, ¿a dónde me dirijo?

Muchas veces no sabemos a quién preguntar, nos da vergüenza o pensamos que se va a enterar la gente…

Nosotros recomendamos acudir a los CAD (Centro de Atención a las Adicciones) de Madrid Salud. Hay 7 en todo Madrid: CAD de Arganzuela. CAD de Centro, CAD de Hortaleza, CAD de Latina, CAD de Tetuán, CAD de Vallecas y CAD de Villaverde. Son centros sanitarios como los centros de salud del barrio, pero especializados en adicciones con y sin sustancias.

En el CAD se encuentra nuestro Servicio de Prevención de Adicciones (PAD). En este servicio trabaja un/una Orientador/a Familiar y un/una Educador/a Social. Es posible llamar y pedir cita para valorar lo que ocurre y darle así la importancia justa. Es confidencial y gratuito, significa que es un servicio público cuyos datos no se comparten con seguridad social, INEM DGT, centros de estudios, etc.

4. ¿Acudir al PAD no es exagerado?

No es exagerado. Si tenemos una dolencia en la dentadura acudimos al dentista, el cual es el profesional adecuado para intervenir. Pero, lo que, es más recomendable es hacer revisiones para evitar males mayores como tener que realizar una endodoncia, extraer una muela, etc., y así conservar nuestra dentadura original lo máximo posible.  

Desde Servicio PAD, os ayudamos en los casos de consumo de sustancias

En este caso, si acudimos al PAD estamos valorando lo que está ocurriendo con nuestro hijo/a previniendo y/o frenando el consumo de sustancias y sus consecuencias negativas, siendo la última consecuencia la adicción. Recordemos que la adicción no se instaura de un día para otro, pero sí se instauran comportamientos y actitudes perjudiciales.

Nuestro servicio trabaja la prevención, es mejor actuar cuanto antes que no arrepentirnos por valorar que exageramos.

No dudes, tienes la oportunidad de ayudar a tu familia y a ti mismo/a. ¡Llámanos al 699 480 480 o el 914800080!

 

 

Margarita Iniesta Pérez

Psicóloga- Orientadora Familiar del Servicio PAD