Los datos estadísticos nos informan que los consumos más frecuentes en la adolescencia son de tabaco, alcohol y cannabis, pero el consumo de psicofármacos sin prescripción médica también va tomando cierto protagonismo, por este motivo vamos a centrarnos en ello.

Sabemos que actualmente cada vez hay más población tanto adultos como adolescentes que toman algún tipo de psicofármacos prescrito por médico de familia o psiquiatra, y frente a esto podemos encontrarnos tres tipos de situaciones en adolescentes y jóvenes: el que cumple con la pauta prescrita por el profesional, el que no la cumple, y aquel que hace un uso inadecuado, abusa de la medicación con otros fines como “colocarse” o encontrar algún alivio de malestar físico o emocional.

En este sentido preocupa tanto el uso de esta medicación en solitario sin prescripción médica como el uso de esta en un nuevo formato llamado “party-farma” o “farma-fiesta” donde cada adolescente lleva lo que encuentra en el botiquín de su casa, lo que compra por internet, mercado negro o lo que tiene prescrito por el profesional con la intención de tomarlo con los iguales de forma aleatoria para producir ciertos efectos como son la relajación, verborrea, euforia, desinhibición…entre otros. El objetivo es similar a cuando beben alcohol con la intención de emborracharse o cuando fuman porros para sentir el “colocón”, el problema es que no son conscientes de los riesgos del mal uso o del abuso, no suelen tener información adecuada sobre el fármaco, ni los efectos que este produce. Además, por norma general suelen mezclarlo con alcohol, que es un potenciador de los efectos del fármaco, aumentando el riesgo de toxicidad.  

Los principales riesgos de la “party-farma” o “farma-fiesta” son:

  • Llegar a un estado de toxicidad peligroso.
  • Facilitar el consumo de otras sustancias.
  • Tener conductas de riesgo bajo los efectos de la medicación (conducir, mantener relaciones sexuales de riesgo, violencia física y/o sexual…).
  • Influir negativamente en el desarrollo cerebral.
  • Manejar el malestar mediante psicofármacos no pautados.
  • Generar problemas en el desarrollo de habilidades sociales, en el rendimiento. académico, o en el ámbito familiar y/o social, etc.

Las estrategias para prevenir este tipo de consumo por parte de los padres o figuras de referencia son:

  • Infórmate y háblale de los riesgos asociados al uso de psicofármacos sin prescripción médica, sobre todo del término “party-farmas”.
  • Ayúdale a desmontar falsos mitos como que los psicofármacos no son drogas, es decir que tiene riesgo tomarlos sin prescripción facultativa.
  • Ten cuidado con los mensajes o actitudes permisivas como por ejemplo darle ciertos fármacos sin prescripción médica, creer en la medicación como remedio para todo, transmitirles el mensaje de que porque le haya servido a otra persona le va a funcionar a él/ella.
  • Actúa como modelo y ejemplo, es decir, haz un buen uso de las medicaciones y sus pautas ten bajo “control” el botiquín.
  • Si detectas alguna señal de este tipo de consumo, háblalo abiertamente y no dudes en ponerte en contacto con el Servicio PAD, podemos ayudarte.

Alba Navarrete Herrera

Psicóloga y Orientadora familiar del Servicio PAD