Hay muchos momentos que suponen volver a empezar…

Al  terminar el verano, muchos/as jóvenes y adolescentes se encuentran cara a cara con el inicio de un nuevo curso escolar o tras las vacaciones navideñas, con el inicio de un nuevo año. 

Son momentos que suponen esfuerzo para retomar la vuelta a la rutina, volver a madrugar, volver a estar horas sentados en clase, volver a organizar los hábitos de estudio y tiempo para las tareas, volver a reducir en tiempo y número las quedadas con sus amistades, así como nuevos propósitos, buenas intenciones, hacer cambios,… Pueden ser momentos para incorporar hábitos saludables a nuestras vidas, como es el deporte, que puede contribuir a hacer más llevadera la rutina y quehaceres diarios, aunque siempre es un buen momento para incorporar algún cambio saludable que sirva de herramienta, motivación y aliciente para disfrutar de ¡una vida saludable!

Como personas adultas, debemos tener en cuenta que los momentos señalados, no son vividos de la misma manera. Algunas personas van a vivir la entrada del nuevo curso o del nuevo año con alegría y motivación, y a otras, se les va hacer cuesta arriba por distintos motivos, y seguirán recurriendo al consumo o al uso abusivo de pantallas para sobrellevarlo o incluso refugiarse en los juegos de azar. Continuarán con estos hábitos nocivos que afectan a su desarrollo madurativo y que a la larga, pueden afectar a distintas áreas de su vida, sin plantearse un cambio, ni introducir alternativas saludables que les alejen del consumo, uso abusivo de pantallas o del juego de azar.

Desde el Servicio PAD queremos hacer hincapié en la importancia de tener un ocio saludable

Muchos adolescentes y jóvenes que acuden al servicio refieren que consumen o hacen uso abusivo de pantallas o apuestan para evadirse de su realidad y/o de sus problemas en el día a día, para desconectar, para no enfrentarse o resolverlos, para no tomar decisiones, por mero aburrimiento, o simplemente porque sus colegas lo hacen… Esta opción también la da el deporte y la actividad física, pero con beneficios saludables.

Hay que reforzarles para que incorporen hábitos saludables y beneficiosos que han podido iniciar por ejemplo durante el verano: ir a la piscina, jugar en las canchas del barrio, salir en bicicleta, echar un partido… Actividades de vital importancia ya que de una manera u otra, están usando la actividad física y el deporte como alternativa de ocio saludable frente al consumo de sustancias, el uso abusivo de pantallas o el juego de azar. Es importante que, seamos profesionales o familias, conozcamos sus beneficios y enseñárselos. Los beneficios del deporte son múltiples:

  • Mejora las capacidades físicas básicas: resistencia, fuerza, flexibilidad y velocidad.
  • Se adquieren y mejoran las cualidades motrices: agilidad, coordinación y equilibrio.
  • Ayuda a conocerse a sí mismos.
  • Potencia el aceptar y asumir como positivos los hábitos higiénicos, ya sea a través del cuidado y el aseo, como de la higiene postural.
  • Promociona valores de convivencia, compañerismo, sana competencia, respeto mutuo
  • Y está demostrado que mejora la calidad del sueño y, por tanto, del descanso.

Si a los beneficios del deporte, le sumamos los espacios deportivos, se crea una de las herramientas más potentes de prevención para actuar con los y las adolescentes frente a las posibles situaciones de riesgos u conductas adictivas que puedan ir encontrando en su camino. No podemos olvidar que el estilo de vida se forja en la adolescencia y la prevalencia de ciertas conductas en la vida adulta pueden depender de las pautas de conducta adoptadas en la esta etapa.

Conscientes de sus ventajas, desde septiembre de 2017 con la firma del Convenio con la DG de Deportes, desde el Instituto de Adicciones  de Madrid Salud, se dota de grupos deportivos a los CAD, como alternativa de ocio saludable, así como recurso o herramienta de prevención, motivación, captación y derivación a intervención. Estos espacios continúan creciendo desde entonces, y desarrollándose en distintos Centros Deportivos Municipales, haciendo mayor aprovechamiento de los espacios municipales en pro de estas personas adolescentes más vulnerables frente a las adicciones, en varios distritos de la Ciudad de Madrid: Villa de Vallecas, Puente de Vallecas, Carabanchel, Centro, Arganzuela, Villaverde y Usera. 

Son espacios deportivos, saludables de prevención y promoción de la salud con los que el Equipo de Educación Social mantiene una estrecha coordinación y colaboración, tanto para derivar al grupo como actividad de ocio saludable para chico/as que se encuentran en intervención preventiva como para ser un espacio de detección y captación a través de la figura técnica deportiva y sobre todo, a través de la figura Educación Social, quién valora las necesidades de cada caso (intervención preventiva o tratamiento) y con ello poder abordarlo de la forma más conveniente.

Sabemos que las personas forjan su personalidad durante la adolescencia, en la que se construye la identidad, se aprende o desaprende a resolver conflictos, se es vulnerable frente a la influencia del grupo y, además, se instauran ciertas conductas y modelos de vida que prevalecerán en la etapa adulta. Por ello, es importante aprovechar la motivación de la gente joven con el deporte como “gancho” para mejorar situaciones personales, usarlo como medio de socialización y potenciar valores y habilidades sociales que les ayuden a encarar el paso a la vida adulta sin adicciones.  

Nuestros espacios de prevención frente a las adicciones aportan a sus participantes: 

  • El valor del respeto, que probablemente lo harán extensivo a otras situaciones de su vida,  fundamental para establecer relaciones positivas. 
  • Un aprendizaje de determinadas reglas y normas que regulan las interacciones con el medio, poniéndoles en contacto con el cuerpo, su funcionamiento, posibilidades y limitaciones y les expone a dificultades que tienen que aprender a superar. 
  • El trabajo en equipo y el compañerismo, la socialización y el deseo de ayudar a otros creándose amistades y apoyo como factor de protección. 
  • Aumenta la autoestima y el deseo de superación, disminuyendo así, las posibilidades de tener conductas de riesgo. Genera conciencia de grupo.
  • Enseña a través de juegos deportivos que ser derrotados es una opción real de la que se puede aprender, en la que transformar las frustraciones en nuevas oportunidades ante la vida. 
  • Potencian el deseo de interactuar en entornos saludables y conocer gente con hábitos de vida similares y consciencia de la importancia de mantener y generar unas rutinas positivas a diario.
  • Ayuda a fomentar posturas de rechazo y que alejan al consumo y el abuso de sustancias.
  • El valor de la superación, que facilita disminuya la ansiedad y estrés ante dificultades y mejora la toma de decisiones. 
  • Fomenta a la participación, el dinamismo y la diversión. 
  • Y por último, genera endorfinas, desarrollando felicidad y optimismo. Lo que se traduce en “sentirse mejor consigo mismos/as” y más felicidad y satisfacción plena.

Desde el Servicio de Prevención de Adicciones (PAD), entendemos el deporte y la actividad física como un tándem fundamental para reconducir la actividad ociosa en algo saludable, gratuito y placentero, y estos espacios deportivos ofrecen una alternativa más beneficiosa a adolescentes y jóvenes, frente a las adicciones. Se busca fortalecer cuerpo y mente, para que puedan afrontar mejor las adversidades o los baches: un suspenso, un conflicto con amistades o familia,… Este hábito de práctica deportiva en grupo en estos espacios es un aliado, un factor de protección, frente a los riesgos asociados al consumo o uso abusivo de “pantallas” o juego de azar. Por ello, convencidos de que es altamente valioso los promovemos como herramienta frente a los riesgos relacionadas con posibles conductas adictivas, para que disfruten del deporte promoviendo un estilo de vida activo, vivencias positivas y contribuyendo a su bienestar y desarrollo integral.

Hoy puede ser un buen momento…

¿Prácticas deporte? ¿Hablamos?

¡Llámanos! 699 480 480

Sara Romeral  y Elena Amago 

Educadoras Sociales del Servicio PAD

Rocío Rísquez

Coordinadora Equipo de Educación Social del Servicio PAD