¿Serias capaz de desconectar de las tecnologías a las diez de la noche?

Si te acuestas a las 22:00h. muy fácil, pero, si te acuestas a las 23:00h. o, incluso, a las 24:00h. …

Los y las adolescentes y jóvenes, grandes usuarios de esta era tecnológica, tienen más dificultades todavía para poder hacerlo, ya que es si como con la desconexión se desprendieran de una prolongación de su cuerpo, algo inherente a ellos y ellas.

Actualmente, parece como si se comunicaran en otras dimensiones, en distintos espacios y tiempos en vez de en los que les corresponden. Y así es. No se comunican entre sí, aunque estén en el mismo sitio. Restringen la comunicación a textos cortos, en vez de desarrollar una idea, un dialogo y compartirlo con sus iguales en el momento en el que están presentes e incluso ni por llamada. Nos aleja de la interacción personal y se sustituye por una realidad paralela, virtual, desconectándonos de la vida cara a cara.

¿Qué beneficio se encuentra detrás de la comunicación a través de las tecnologías (TIC)? 

Puede avivar el sentido de pertenencia, vinculación, aumentar la autoestima y el estado de ánimo, etc. Aunque no olvidemos que también son un arma de doble filo y pueden provocar el efecto contrario, falta de comunicación, comparación constante, ansiedad, depresión, etc.

El exceso de mensajería de texto también influye a nivel neuronal, provocando la neuroplasticidad o plasticidad cerebral, proceso de aprendizaje por el que el cerebro se reestructura para adaptarse a nuevas situaciones. Afecta al área de la memoria, paulatinamente se va perdiendo la capacidad de recordar al no ser necesaria siendo asumida por las TIC.

El lóbulo frontal, encargado de tomar decisiones, motivación, solución de problemas, control de impulsos, autorregulación, etc., también se ve afectado por el diferente procesamiento de la información que hace nuestro cerebro mediante la mínima información, mensajes cortos, inmediatos, con imágenes, etc., sin tener necesidad de procesar la información de manera profunda.

Es frecuente escuchar de viva voz en las familias que acuden a consulta que la actitud de sus hijos e hijas mejora cuando restringen en espacios-tiempo el uso de las pantallas, recuperan al alza la comunicación familiar, la cercanía, la responsabilidad y atención en su procesos, reviven espacios de ocio compartidos y sienten cómo con la desconexión… ¡se conectan! 

Por ello, recuerda, ¡desconéctate para conectarte! 

Laura González Torija

Psicóloga y Orientadora Familiar del Servicio PAD