Acaban de terminar las vacaciones de Navidad, una tradición especialmente dedicada a niños y niñas, repleta de actividades de ocio y distracción. Pero no olvidemos que tenemos otros once meses por delante para disfrutar, y de otras muchas maneras, del tiempo libre en familia, con todos los miembros, sean de la edad que sean.

Cuando charlamos con las familias sobre el ocio que realizan, nos encontramos con que la mayoría de actividades que describen están dirigidas casi en exclusividad a sus hijos e hijas. Y cuando se pregunta a padres y madres sobre qué aficiones personales desarrollan solemos recibir una risa irónica por su parte: “¡¡¿Ocio nosotros/as? ¿Cuándo?!!”

Pues resulta que sí, que es importante programar ocio de cara a nuestra evolución como familia, y esto incluye actividades tanto grupales como individuales de cada uno de sus miembros.

¿Por qué? Como personas adultas, buscar y reservar un tiempo para realizar actividades que nos gustan es fundamental tanto para nuestra salud como para la de nuestros/as hijos e hijas. Nuestro papel como progenitores sirve de referencia en todos los aspectos, incluyendo nuestra manera de disfrutar y divertirnos. Por supuesto, encontrar este espacio de ocio personal requiere un esfuerzo de organización, pero merece la pena por los beneficios que reporta a todos/as.

Es básico educar en la adquisición de hábitos de ocio saludable y variado en la medida de lo posible, partiendo de nuestra manera de divertirnos como ejemplo. Así, cuando llegue el momento en que sean ellas y ellos quienes decidan, tendrán más opciones de elegir  alternativas saludables frente a otras que no lo son tanto, como el famoso ‘botellón’, que parece publicitarse como la única manera de divertirse en estos tiempos.

Os aportamos algunas estrategias para este gran reto de revisar el ocio y tiempo libre en familia:

  • HACER UN REPARTO DE RESPONSABILIDADES Y OBLIGACIONES FAMILIARES: ayuda a cambiar una dinámica en la que las personas adultas tienden a ocuparse de todas las obligaciones y terminan por no tener tiempo libre.
  • BUSCAR ESPACIOS DE OCIO FAMILIAR E INDIVIDUAL: a veces, la dinámica del día a día nos dificulta encontrar espacios para el ocio, “¡con la de cosas que tengo que hacer!”. Recordemos que para nuestros/as hijo/as somos personas de referencia y es imprescindible que valoren cómo gestionamos el tiempo.
  • DEDICAR TIEMPO A LOS GUSTOS DE TODOS y TODAS. Como hemos dicho, es importante encontrar espacios de ocio individual y también en familia. Lo más adecuado es que las actividades en común satisfagan a todos sus miembros, pero como no siempre es posible, una buena idea es hacer un calendario de actividades a lo largo del año en el que cada persona organice una o varias de ellas según sus preferencias.

 

Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol, y/u otras drogas o uso problemático de las Nuevas Tecnologías.

¡Llámanos! 699 480 480

María Bejarano

Psicóloga y Orientadora Familiar del Servicio PAD