Este es el gran dilema al que se enfrentan muchas familias cuando sus hijas e hijos llegan a cierta edad. La presencia constante y creciente de tecnología en nuestra sociedad ha propiciado que cada vez a edades más tempranas se pida un teléfono móvil. Por lo tanto, se ha convertido en el regalo más demandado y más deseado en el día de reyes o cumpleaños, y en el refuerzo más solicitado ante unas buenas calificaciones. Sin duda es el regalo fácil, el más deslumbrante y probablemente un éxito asegurado, pero no es una decisión que debamos tomar a la ligera, un móvil no es un juguete. Muchas veces las familias lo enfocan como un paso más en la infancia y adolescencia en nuestra sociedad, cayendo muchas veces en la idea equivocada de que no es más que un “mero trámite” que tienen que cumplir, sin mayores inquietudes ni preparación al respecto por su parte. Probablemente encontrarás a personas que te recomendarán que es mejor comprárselo pronto porque es importante familiarizarles con la tecnología, o ejercer una mayor supervisión, mientras que otras familias opinarán que, ante los riesgos conocidos, cuanto más tarde mejor. Lo mejor será siempre decidir según tu propio criterio, teniendo en cuenta que se trata de una decisión que trae consigo grandes responsabilidades y que puede tener consecuencias serias, por lo que ha de ser muy meditada y consensuada entre los progenitores.

  • Lo más importante a la hora de tomar esta decisión no es elegir el modelo de móvil, el tamaño de la pantalla, etc., sino más bien valorar el nivel de madurez del menor. Para ello, nada mejor que reflexionar sobre cómo se desenvuelve en el día a día, si en general toma buenas decisiones, nos consulta con naturalidad cuando tiene dudas, o si por el contrario se deja llevar por la impulsividad y tiene tendencia a precipitarse y ponerse en situaciones de riesgo.
  • Es importante valorar sus habilidades sociales, su forma de relacionarse con los demás, cómo gestiona los conflictos, la empatía y asertividad en sus respuestas son esenciales para prevenir problemas a nivel social, también a través del móvil.
  • Es importante tener en cuenta otros factores, ya que, si no tiene un buen nivel de autoestima y no confía en sí mismo/a lo suficiente, es más vulnerable, y es fácil que pueda dejarse llevar por la influencia de otras personas con los riesgos que eso supone
  • La decisión también va a depender de tu tiempo y de tu disposición. Es importante desarrollar una adecuada mediación parental, para que puedan disfrutar de los beneficios de la tecnología y evitar sus riesgos. Si hemos tomado la decisión de dárselo, debemos ser responsables y prepararnos para que la llegada de ese móvil sea lo más ordenada y beneficiosa posible. Cuando los padres y madres introducimos la tecnología en su vida, es fundamental hablar con ellos de unos límites que les hagan sentir implicadas/os, que sean sencillas de recordar y asumir y que sean coherentes con lo que ven en casa. Se trata de generar un equilibrio y una conversación desde la escucha, y no solo desde la alarma y la regañina.

En conclusión, adelantar el momento de tener su primer móvil, sin tener en cuenta el nivel de desarrollo de tu hijo/a y sin una mediación parental adecuada, puede acarrear más problemas que beneficios. Es fundamental transmitir un mensaje claro acerca de la responsabilidad que requiere su uso. Lógicamente, antes o después llegará el momento de comprar el móvil, pero valorando si ese es el momento más adecuado, y si es así, programar el regalo de forma responsable y consciente.

 

Rocío Gangoso Vega

Psicóloga y Orientadora Familiar del Servicio PAD