El ocio puede ser definido como “el tiempo del que disponemos y que empleamos para realizar actividades para el disfrute personal y colectivo”. Sin embargo, cuando hablamos de ocio, es importante ir más allá de la concepción de tiempo libre y destacar la calidad de la experiencia que éste aporta.

Las actividades de ocio pueden realizarse como fuente de disfrute y satisfacción con un fin en sí mismo, al mismo tiempo que pueden realizarse para conseguir otros logros y objetivos. Estamos hablando del valor final y el valor instrumental, y final del ocio (Monteagudo, 2004). Ambas formas de ocio contribuyen al equilibrio y al desarrollo personal, cuando es enfocado de forma positiva.

No todo tipo de ocio reporta beneficio en sí, por el contrario, jóvenes y adolescentes podrían estar utilizando de forma inadecuada su tiempo de ocio. Un ocio positivo y valioso, es aquel que tiene la capacidad de facilitar el desarrollo individual y colectivo, reportando beneficios a nivel físico, emocional, cognitivo y social. El desarrollo de estos aspectos, son imprescindibles para el ajuste psicológico y la formación de la identidad en la etapa juvenil.

Por ello, se hace necesario la participación e involucración de las figuras adultas de referencia, para guiar y acompañar a menores y jóvenes, supervisando el cultivo de un ocio positivo, enriquecedor y saludable, lo que repercutirá en la evolución y desarrollo de etapas posteriores.

Un claro ejemplo lo representa el ocio digital, una práctica cada vez más extendida en la población joven, sin embargo, los beneficios que reporta, según los expertos o expertas, no son tan altos. Hay casos en el que el ocio digital, podrían fomentar el sedentarismo, aislamiento y descuidar otras áreas de su vida o sustituir otras formas de ocio que pueden aportar altos beneficios. Sin embargo, existen opciones dentro de las nuevas tecnologías que favorecen la participación en familia y el movimiento físico. Se trata de cuidar el desarrollo integral y bienestar de nuestros hijos e hijas.

Por otra parte, es importante la planificación de las actividades de ocio de adolescentes y jóvenes. El ocio improvisado y casual requiere pocas habilidades y conocimientos. Por el contrario, un ocio planificado y organizado exige esfuerzo, constancia y sentido de pertenencia de grupo (por ejemplo, cuando se realiza la práctica de un deporte, voluntariado o un hobby).

En resumen, es importante tener presente estos aspectos:

  • El tiempo de ocio es muy importante en el equilibrio y bienestar personal, así como en el desarrollo de menores, adolescentes y jóvenes.
  • Según el uso que se dé al tiempo de ocio, puede o no reportar beneficios.
  • La participación y acompañamiento de adultos, es imprescindible, para que hagan un buen uso de su tiempo de ocio.
  • El ocio planificado reporta más beneficios , que aquel improvisado y casual.
  • Supervisemos y cuidemos qué, cuánto y cómo es el ocio digital de nuestros hijos e hijas.

 

Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas,  del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
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Blanca Aguilar

Psicóloga