Estamos viviendo una época de carácter extraordinario en donde la situación que vivimos nos lleva a invertir mucho más tiempo del que solía ser habitual en nuestros domicilios. Esta circunstancia, en muchas ocasiones, provoca que el uso de la tecnología como medio de ocio se convierta en una actividad prioritaria en detrimento de otras actividades. Si nos fijamos más concretamente en las personas adolescentes y jóvenes, podemos ver cómo ha aumentado el tiempo invertido en el uso de todo tipo de pantallas, tanto a la hora de realizar tareas académicas, como para mantener sus contactos sociales por medio de las redes sociales y videoconferencias, así como en el uso de los videojuegos.

Y esto es lo que es en lo que nos vamos a centrar hoy dentaros del  panorama lúdico. ¿Qué sabemos de esta tecnología? ¿Qué nos podemos encontrar en la actualidad en el mundo de los videojuegos?

Podemos comprobar cómo algunos tipos de videojuegos han ido evolucionando tecnológicamente con unas características diferenciales que tienden a que la persona que los utiliza desarrolle una mayor inversión de tiempo. Este tipo de videojuegos funcionan bajo el formato online e implementa una serie de estrategias generadas con el fin de acaparar su atención y en algunos casos que esto conlleve una cierta inversión económica: las microtransaciones.

De entre todas las características de este tipo de videojuegos podemos resaltar las más relevantes, como por ejemplo:

  • Videojuegos que incluyen el factor económico como una herramienta que implica una mayor facilidad para avanzar en el mismo. Habitualmente suelen ser juegos de acceso gratuito que ofrecen la posibilidad mediante una compra de alcanzar ciertas condiciones que permitan alcanzar el éxito más rápidamente.
  • Videojuegos que marcan una pauta de uso que supone el acceso diario para poder acceder a algún tipo de recompensa en el juego. Estas tareas programadas implican la posibilidad de ir generando una necesidad de conexión diaria o de un determinado plazo concreto de tiempo.
  • Videojuegos que fomentan la pertenencia a algún tipo de grupo virtual en el propio juego para poder acceder a determinadas escenarios o misiones. Esta pertenencia implica un cierto grado de compromiso adquirido con estos grupos pudiendo llegar a generar una especie de obligación moral de responder a sus requerimientos y jugar cuando se nos lo solicite.

¿Qué podemos hacer a nivel familiar? Os indicamos algunas sugerencias:

  • Pactar el uso de los dispositivos tecnológicos, limitando su acceso a lo acordado en la medida de lo posible. Intentar generar un horario consensuado que permita desarrollar una mejor gestión del tiempo.
  • Potenciar el desarrollo de otras actividades alternativas que supongan un ocio diferente, no solamente centrado en los videojuegos.
  • Conocer y participar con ellos y ellas en la medida de lo posible en los videojuegos para conocer sus dinámicas de funcionamiento.
  • Fomentar vías de comunicación familiar que permitan el desarrollo del diálogo y que permita crear un clima adecuado para responder a sus inquietudes.
  • Desarrollar un clima de confianza en el que pueden sentir que nos tienen a mano y que el aprecio por ellos y ellas es incondicional.

Con la realidad que nos está tocando vivir somos conscientes de las dificultades que las familias asumen en el día a día, la incertidumbre en muchos aspectos y el hecho de que nuestros hijos e hijas ahora más que nunca se pasan mucho tiempo delante de una pantalla, bien sea por estudios, por ocio o simplemente por las escasas opciones de alternativas para invertir su tiempo.

Las familias no están solas para poder abordar esta compleja situación…

Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas,  del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480

César Gil Ballesteros

Psicólogo y Orientador Familiar del Servicio PAD