La adolescencia es una de las etapas de mayor vulnerabilidad respecto al consumo de drogas, y un momento en el que abordar el tema de consumo con nuestras hijas e hijos se convierte en una tarea inexcusable. Para evitar este tipo de conductas es fundamental que dispongan de la información adecuada sobre la prevención y los riesgos en el consumo de drogas. Ahí, las familias jugamos un papel fundamental. Nuestra labor pasa por la comunicación, la confianza y la disposición para acompañarles a conseguir la autonomía y la responsabilidad.

No siempre los podremos evitar que prueben las drogas, por ganas de experimentar, de evadirse,  por la influencia del grupo, etc., pero debemos de tener claro que nuestro apoyo les puede proporcionar recursos para resistir mejor las presiones del entorno. No caigamos en el error de pensar que ya son mayores y disponen de la información, o de delegar esta tarea en el centro educativo, que ya les hablará sobre las drogas. Al contrario, debemos asumir nuestra responsabilidad y estar a su lado. Tampoco esperemos a encontrar un momento ideal, pues es posible que ese momento no llegue nunca.

Entendemos que es un tema delicado, y estamos de acuerdo en que hay que buscar un momento adecuado para abordarlo, pero no podemos demorarlo eternamente. Hay que decidirse y dar el paso, hablar siempre que se pueda, aunque las condiciones no sean óptimas. No es necesario ni conveniente que elaboremos un discurso o monólogo, podemos introducir el tema de forma que no resulte forzado, a partir de una noticia de prensa o televisión, a partir de un suceso de algún conocido o conocida, de una escena de una película o serie, etc. Es importante abordar el tema con naturalidad y claridad y que no se opte por evasivas o rodeos.  No hay que optar por la perspectiva del miedo, sino por la de la sinceridad.

 

Para ayudaros en esta tarea vamos a ofreceros algunas pautas:

  • Seguramente las primeras informaciones que hayan recibido sean a través de amistades, internet, etc., y sean incompletas y confusas, por lo que debemos ofrecerles información objetiva, contrastada, sencilla, evitando tópicos, exageraciones o visones dramáticas o moralinas. Es importante que las familias dispongan para ello de información adecuada y adaptada a la edad de sus hijas e hijos. Tened en cuenta que no se puede hablar de lo que no se conoce.
  • Evitar interrogatorios insistentes sobre si tienen pensado consumir o ya lo han hecho. Es más importante conocer qué piensan sobre las drogas, si conocen sus riesgos, etc. Una buena estrategia es tratar de conocer lo que saben y lo que piensan de las drogas, antes de hablar.
  • Es más fácil hablar con ellos/as sobre drogas y advertirles de sus riesgos si les ofrecemos un modelo adecuado y saludable. Tratemos de que exista coherencia entre el modelo que les ofrecemos y el comportamiento que esperamos por su parte.
  • No transmitáis la idea de que consumir drogas es algo normal, que hacen la mayoría de adolescentes. Al contrario, ayudadle a darse cuenta de que no es así. Pensar que consumir drogas es algo que hacen todas las personas en la adolescencia, además de ser falso, es contrario a la prevención. Es más fácil que consuma drogas si piensa que la mayoría lo hace. Refuerza, en cambio, la importancia de preocuparse por su salud, y su bienestar, y cómo las drogas lo ponen en riesgo.
  • Recuerda siempre que evitar hablar de drogas o convertirlas en un tema tabú dentro de la familia no las elimina ni reduce las probabilidades de que chicos y chicas tengan que enfrentarse a ellas en algún momento de su vida. Por lo tanto aborda el tema y ayúdales a desarrollar estrategias para decir que no. ¿Quién mejor que tú para hacerlo?

 

Rocío Gangoso Vega

Psicóloga y Orientadora Familiar del Servicio PAD