¿Cómo he acabado yo aquí? Es lo que se preguntan muchas de las personas adolescentes y jóvenes que acceden al Servicio PAD

Al Servicio de Prevención de Adicciones(PAD), de Madrid Salud, acuden cada día muchas personas adolescentes y/o jóvenes en busca de información, asesoramiento, acompañamiento o atención frente a los riesgos o conductas adictivas. 

Tiene sentido que, desde fuera, si no se conoce el Servicio PAD pueda pensarse que la mayoría de estas personas acuden por “obligación” por parte de figuras adultas de referencia de su entorno, como profesorado, profesionales o familia y/o tutores; pero lo cierto es que hay una gran parte de chicos y chicas que acuden por iniciativa propia. 

Esta decisión puede tomarse por muchos motivos y cada caso responde a una historia personal, familiar y social única. En cualquier caso, el objetivo de este post es mostrar el trabajo que hace el Equipo de Educación Social en prevención de adicciones para situarse como figuras cercanas y de apoyo en los entornos cercanos a las personas adolescentes y jóvenes. Porque cuando un chico o chica acude a un Centro de Atención a las Adicciones (CAD) y accede al Programa de Atención Integral para adolescentes y jóvenes, lo hace a través del equipo de Educación Social, tendiendo la mano a una figura que conocen y a la que otorgan su confianza para emprender su propio proceso de cambio.

¿Cómo trabaja el Equipo de Educación Social?

Desde el Equipo de Educación Social trabajamos cada día en entornos educativos y espacios comunitarios con el fin de dar a conocer nuestro trabajo. Acudimos a institutos, de manera tanto formal como informal, en aulas y en recreos, en los que, además, de aportar información y generar pensamiento crítico frente a conductas adictivas, también pretendemos transmitir cercanía. Es de gran importancia que nos conozcan, que nos vean como alguien presente durante su vida estudiantil. Alguien que va cada año a su clase o se cruza por los pasillos y que, granito a granito de arena, va vinculando, construyendo cierto entorno de confianza y familiaridad. Desde nuestro trabajo, intentamos mostrarnos como alguien que no juzga, que apoya, acompaña e informa, pero desde una perspectiva libre de juicios y castigos, sin presiones. 

Escucha activa y acompañamiento

La adolescencia es una etapa en la que sus decisiones suelen ir marcadas por ciertas consecuencias impuestas: premios y castigos. La figura de educación social pretende desmarcarse de este sistema. Ofrecemos acompañamiento en el proceso y al ritmo que la persona quiera, y eso indudablemente, tiene un valor en sí mismo. En este sentido, “el boca a boca” es uno de nuestros mayores aliados. Si hemos atendido a una persona adolescente, es probable que esta se lo cuente a sus amistades. Si la información que le transmite es que se ha sentido escuchada o ayudada, esta idea tendrá más poder que cualquier derivación formal. La persona que acuda al servicio, lo hará con la confianza y disposición necesarias para comenzar un proceso de cambio. En este caso, la profesionalidad y el trabajo que dedicamos a cada encuentro, a cada cita, sesión de aula, en Consulta Joven o en una conversación informal en el pasillo del instituto, “no caen en saco roto”. Porque la prevención en adicciones no consta solo de acciones puntuales, sino de una forma de hacer y de abordar la adolescencia, ofreciendo una estrategia preventiva ajustada a las demandas y ofreciendo una atención personalizada, confidencial y gratuita.

No importa el cuándo, sino el cómo

En algunas ocasiones, los chicos y chicas se sienten interpelados solo con nuestra presencia en el centro educativo o entidad, en otras, es necesaria una sesión de aula en la que se puede realizar una reflexión más profunda a través de la cual, algo se despierte en su curiosidad o en la manera de identificar la necesidad de consultar o preguntar ciertas cuestiones o dudas. A veces, pasan años y se encuentran en su etapa universitaria o laboral y viven una situación de riesgo ante la cual se acuerdan de aquella figura de Educación Social del Servicio PAD que acudía a su centro educativo, entidad o con el que estuvo en intervención individual. Si lo recuerda como una figura de apoyo, se pondrá en contacto con el Servicio. Lo importante no es el cuándo, sino el mensaje que dejamos, cómo nos quedamos en su memoria como “aquella figura de Educación Social de prevención de adicciones que venía a mi centro educativo siempre dispuesta a escuchar y dejó su puerta abierta…”.

Desde el Servicio de Prevención trabajamos cada día por escuchar, entender y atender a cada chico o chica, e intervenir allá donde lo necesita en todo lo referente a la prevención de adicciones, ya sea sustancias, pantallas, redes sociales, videojuegos o por juego de azar y/o apuestas. 

Estamos a tu lado, ¿Hablamos?

Llámanos al 699 480 480 o, si lo prefieres, escríbenos a prevencionadicciones@madrid.es

Laura Batanero Díaz

Educadora Social del Servicio PAD