Nuestros/as  adolescentes han incorporado una nueva moda, el uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores.

 Su uso ha aumentado atraído tanto por la diversidad de sabores como por ejemplo menta, vainilla, chocolate o afrutados como por percibirlo como ‘no nocivo’. Esto se refleja en estudios y encuestas, como en realizada por el Plan Nacional de Drogas en 2018 que recoge los hábitos de 30 mil adolescentes, informando que un 17% de jóvenes de entre 14 y 18 años ha fumado un cigarrillo electrónico en el último mes. Dicho porcentaje se eleva a medida que aumenta la edad de la persona encuestada.

 Este tipo de cigarrillo se rige por la misma normativa que la Ley del tabaco, no permitiéndose en espacios como colegios y hospitales pero sí en bares, restaurantes, etc., confirmando así la visión de normalidad e inocuidad.

  • Pero,.. ¿Qué es vapear?

 Los vapeadores son dispositivos con batería en forma de cigarrillo que liberan nicotina a través del calentamiento de un líquido mezcla de propilenglicol y glicerina vegetal. Ésta se convierte en vapor aspirándose por la boquilla, de similar manera que el cigarrillo convencional.

El líquido, por lo general, tiene nicotina, saborizantes y otros aditivos. También puede usarse como un sistema de inhalación de marihuana y otras drogas.

Tiene diferentes nomenclaturas como: “e-cig”, “e-cigar”, “narguiles electrónicos”, vapeadores, sistemas de tanque, plumas de vapor, entre otros.

  • Las dos mentiras piadosas que se propagan en el uso de los vapeadores:
  1.  Ayuda a dejar de fumar.

Desde la Organización Mundial de la Salud, OMS, se afirma que no hay evidencias claras de su efectividad para dejar de fumar y que este porcentaje es muy bajo (un 1%) por lo que se recomiendan otros tratamientos ya aprobados como pueden ser los parches de nicotina. Al mismo tiempo, el Ministerio de Sanidad ha lanzado campañas para concienciar sobre el consumo de tabaco y derivados con el lema “que no te engañen: el tabaco mata y te mata en todas sus formas.”.

Más recientemente el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha aprobado la financiación a partir del 1 de Enero de 2020 de un fármaco para dejar de fumar, con una serie de condiciones y criterios definidos.

Estos argumentos disipan la solidez del uso del vaper para dejar de fumar, no sólo probando que no es una estrategia eficaz para dejar de fumar, y no se promueve desde es sistema sanitario español.

  1. El vapor del cigarrillo es inocuo.

No es inocuo ya que contiene componentes nocivos entre ellos la nicotina. Su exposición en la adolescencia puede causar adicción y daño en diversos órganos como pulmones, cerebro, corazón…En dos nuevas investigaciones de la American Heart Association 2019, explican cómo los cigarrillos electrónicos afectan a la disminución del flujo sanguíneo, colesterol, glucosa, aumentando así el riesgo de enfermedades cardíacas.

De hecho, el uso del cigarrillo electrónico en la adolescencia se considera como una puerta de entrada para el consumo de tabaco. Estudios longitudinales en países como Estados Unidos o Inglaterra han comprobado que adolescentes que consumen cigarrillos electrónicos con 13 años, fueron fumadores de tabaco convencional más tarde.

 A día de hoy es necesario concienciar a nivel nacional, estatal y local y en los núcleos familiares, para abordar el uso de los vapeadores entre los más jóvenes. Se podrían valorar medidas tales como evitar que los jóvenes tengan acceso a los productos del tabaco, gravarlos con impuestos, frenar su comercialización, intensificar los estudios sobre los efectos de este tipo de cigarrillos y educar a adolescentes y jóvenes  y sus familias.

Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas,  del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480

Margarita Iniesta Pérez

Psicóloga y Orientadora Familiar Servicio PAD